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26 Ferrer se ha convertido en empresa B Corp gracias a su impacto positivo en la sociedad y en el planeta. La compañía ha superado el estándar B Corp a nivel global por su cumplimiento con los más altos estándares en términos de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad empresarial en todos los territorios donde tiene presencia directa. Al haber superado el proceso de certificación, Ferrer es la primera compañía farmacéutica española que forma parte de la comunidad internacional B Corp, la agrupación de empresas orientadas a construir una economía más inclusiva y sostenible. En esta entrevista, hablamos con Mario Rovirosa, CEO de Ferrer, y Pablo Sánchez, director ejecutivo de B Lab Spain, sobre la necesidad de que las empresas se conviertan en actores de cambio para hacer frente a los retos actuales de la sociedad. más allá porque la acumulación de riqueza, por sí misma y a ciertos niveles, ya no se entiende. Como compañías somos las responsables del 82% del PIB mundial, somos las que hemos generado fundamentalmente todo el problema que tiene el planeta no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde el punto de vista de desigualdad social, y por lo tanto tenemos que ser parte de la solución sin esperar a que los gobiernos legislen ni a que las ONG nos salven. ¿Cuáles son los próximos retos a nivel de organización de impacto positivo? Mario Rovirosa. La parte farmacéutica no es un fin en sí mismo, sino que está pensada como un medio para generar recursos que nos permitan hacer posible el propósito. Nos profesionalizamos y trabajamos cada día para mejorar la vida de los pacientes y mejorar las terapias, lo que hacemos ya es bonito por sí mismo, pero el objetivo es generar recursos para el propósito. Esto va de granitos de arena, por lo tanto, es un camino sin fin y tenemos que intentar sumar. ¿Qué proyectos destacaría? Mario Rovirosa. Hay objetivos que llevamos adelante a través de nuestras fundaciones y tienen que ver con urgencias que tienen las familias en situación de vulnaribilidad, pero también tenemos otros proyectos a medio plazo como la creación de huer tos urbanos que no solo sumiEn línea con la visión filantrópica de su presidente, Sergi Ferrer-Salat, el propósito de Ferrer es generar un impacto positivo en la sociedad. ¿Cuál es el punto de partida? Mario Rovirosa. La compañía tiene que ser lo que su propietario quiere que sea y, hoy, Ferrer es una compañía que está trabajando en su conjunto en esta dirección teniendo en cuenta que el accionista no siempre busca maximizar el retorno de la inversión. Creemos que hay otros modelos de compañía posibles. Es cier to que tiene que haber un retorno porque si no, no hay proyecto ni sostenibilidad futura, pero no debe maximizarse el retorno. Hay otros objetivos mucho más grandes, impor tantes y urgentes que hace que las compañías tengamos que reaccionar. Esta vocación es la que nos ha llevado, desde hace años, a dedicar más del 50% de nuestros beneficios netos a proyectos sociales y medioambientales, así como a la I+D, y la tendencia es de crecimiento. Espero que a medida que la compañía se vaya profesionalizando, adquiriendo mejor talento y nos preparemos mejor el futuro seremos capaces de generar mejores beneficios y cuando esto ocurra el dividendo que el accionista quiere tener seguirá siendo el mismo y el porcentaje de recursos destinados a generar impacto crecerá. Hoy estamos en el 50%, pero la vocación es llegar al 70%, 80% y 90% si somos capaces de generar mejores beneficios, que espero que así sea. Este es el nivel de responsabilidad del propietario que está muy alejado de la mentalidad empresarial de que hay que generar más patrimonio para las generaciones futuras. En la última década, el capital cada vez rechaza más proyectos que no tengan en su ADN los criterios ESG y apuesta por los proyectos sostenibles… Mario Rovirosa. Hay compañías que están haciendo las cosas muy bien, desde el punto de vista de la sostenibilidad, pero es difícil encontrar una compañía que, haciéndolo muy bien, no lo haga con el objetivo de maximizar el retorno de la inversión. Nosotros pensamos que tenemos que ir nistren vegetales a cocinas y comedores sociales, sino que tienen el objetivo de hacer que las ciudades sean más sostenibles a futuro, más verdes y productivas. Por ello, trabajamos para encontrar en la ciudad hectáreas de huer tos tratados en régimen de permacultura y máximo respeto ecológico, que produzcan y den trabajo a personas y permitan dar alimentación de kilómetro cero, absorber CO2, reducir la temperatura, crear una cier ta biofilia en toda la población… Otro proyecto relacionado que llevamos a cabo está relacionado con la educación porque muchos niños no dispondrán de una igualdad de oportunidades y, por lo tanto, conceptos como la meritocracia dejarán de existir porque el punto de partida no es el mismo. En este sentido, ofrecemos una educación musical reglada para alumnos de primaria y secundaria de barrios desfavorecidos. ¿Por qué la música y no otra disciplina? Porque es una de las pocas disciplinas que es capaz de desarrollar las dos partes del cerebro y esto tiene implicaciones y consecuencias muy positivas en el desarrollo futuro cognitivo de los chavales, mejorando después su desarrollo académico. Todos los recursos salen de la farmacéutica, pero ¿cómo implican a los empleados en todos estos proyectos? Mario Rovirosa. En el día a día del funcionamiento de la empresa hacemos un montón de cosas desde las clásicas de renovar la flota para hacerla más sostenible, reducir nuestras emisiones, mejorar el packaging, apostar por la economía circular… pero hay otras cosas que pedimos a nuestras personas, a las que llamamos activistas, que par ticipen en su día a día. A modo de ejemplo, como todas las empresas hacemos las clásicas convenciones anuales. Este año nos fuimos 400 personas a Car taya (Huelva), que es la localidad con menor renta per cápita de España. El primer día lo destinamos a dar charlas, explicar la estrategia, etc., pero los dos días siguientes trabajamos en mejorar el pueblo. Por ejemplo, llevamos toneladas de ropa en nuestras maletas para donar, creamos en el hotel un jardín ver tical de hor talizas comestibles, fuimos a Mario Rovirosa: “Las compañías somos responsables del 82% de PIB mundial y tenemos que ser parte de la solución”

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