Las inversiones previstas en este periodo se destinarán principalmente a innovación y aplicación de nuevas tecnologías vinculadas con la telemedida y la sensorización, así como al robustecimiento de las infraestructuras a través de la construcción de nuevas líneas o subestaciones o la renovación o modernización de instalaciones ya existentes. Sólo en 2024 la compañía invertirá más de 350 millones de euros, que destinará a proyectos de supervisión avanzada en baja tensión, actuaciones en media y alta tensión, ciberseguridad y gestión avanzada de activos, entre otros.
El grueso de la inversión se concentrará en Galicia, donde UFD es el principal distribuidor eléctrico, con una partida de 590 millones de euros entre 2024 y 2027. El resto de la inversión se repartirá entre Castilla-La Mancha (309 millones), la Comunidad de Madrid (276 millones) y Castilla y León (164 millones).
Estas inversiones permitirán a UFD seguir incrementando la calidad del suministro eléctrico en su red. La compañía ha logrado mejorar en los últimos cinco años en un 27% el servicio ofrecido a sus clientes, medido a través del tiempo de interrupción equivalente a la potencia instalada (TIEPI). Este indicador se situó en 30,7 minutos al cierre de 2023, frente a la última media sectorial de 55 minutos reportada en 2021.
El director general de Redes de Naturgy, Pedro Larrea, ha destacado que “este gran esfuerzo inversor permitirá un refuerzo de la eficiencia, seguridad y calidad de nuestro servicio y contribuirá de manera decisiva a conseguir los objetivos de la transición energética al facilitar la integración del constante incremento de generación renovable, autoconsumo y generación distribuida”.
“Las inversiones realizadas por UFD, junto con los recursos dedicados a la operación y el mantenimiento, han contribuido a que la fiabilidad de nuestro servicio alcance el 99,99% en los últimos años”, explica Mónica Puente, directora de Redes Electricidad España en Naturgy.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), como principal estrategia de descarbonización a medio plazo para España, propone en el borrador de actualización a 2030 la integración de más de 120 GW de capacidad renovable (eólica y solar) y establece medidas para la descarbonización de la demanda. Para lograr estos objetivos, el plan propone un volumen de inversión en Redes de al menos 53.000 millones en los próximos años.
Las redes de distribución eléctricas juegan un papel estratégico para impulsar las transiciones energética y digital, garantizando el suministro eléctrico y apoyando la cada vez mayor integración de generación renovable y el desarrollo de nuevos servicios como el autoconsumo para avanzar en los objetivos de descarbonización. Este rol exige inversiones para la modernización y expansión de la infraestructura existente y su adaptación a los nuevos desafíos.