Las nuevas normas establecen límites y valores objetivos más estrictos para 2030 para varios de los contaminantes con un grave impacto en la salud humana, incluyendo las partículas (PM2,5, PM10), NO2 (dióxido de nitrógeno) y SO2 (dióxido de azufre). Los Estados miembros podrán solicitar que el plazo de 2030 se prolongue hasta diez años más, siempre que se cumplan condiciones específicas.
Si se violan las nuevas normas nacionales, los afectados por la contaminación atmosférica podrán emprender acciones legales, y los ciudadanos podrán recibir una compensación económica si su salud ha resultado perjudicada.
También habrá más puntos de recogida de datos para medir la calidad del aire en las ciudades, y los índices de calidad del aire actualmente fragmentados en toda la UE serán comparables, claros y accesibles al público.
Javi López (S&D, España) ha declarado: "Al actualizar los estándares de calidad del aire, algunos de los cuales databan de hace casi dos décadas, la contaminación se reducirá a la mitad en la UE, allanando el camino para un futuro más saludable y sostenible. Gracias al PE, las reglas revisadas mejoran la calidad de la vigilancia de la calidad del aire y protegen a los grupos vulnerables de manera más efectiva. Es una victoria significativa en nuestro compromiso por lograr un entorno más seguro y limpio para todos los europeos".