En este sentido, Mario Calderón, responsable de Grandes Cuentas en AENOR, ha destacado el trabajo realizado por la compañía biofarmacéutica en su compromiso con la ética y el buen gobierno, un compromiso que no es nuevo. “MSD entra en el grupo de 130 compañías certificadas por AENOR en esta norma internacional; este reconocimiento es el culmen a un trabajo prolongado a través de los años, en clara apuesta por lapriorización de la ética y las buenas prácticas como parte de sus valores fundamentales”.
“Esta certificación supone un reconocimiento al trabajo y compromiso continuado de toda la Compañía, desde sus orígenes, con la promoción de la cultura de tolerancia cero al soborno y con los estándares más altos de ética, integridad y buen gobierno. En este sentido tenemos una gran responsabilidad porque investigamos y desarrollamos medicamentos innovadores y vacunas que mejoran y salvan vidas. Por ello, lo que hacemos importa, pero cómo lo hacemos importa aún más”, destaca Ana Argelich, directora general de MSD en España. “La ética y la integridad son unos de nuestros cuatro valores estratégicos y forman parte de nuestra cultura junto con el acceso a la salud, el bienestar de los empleados y la protección del medioambiente”.
La Compañía ya disponía de políticas y procedimientos que garantizaban el cumplimiento de las buenas prácticas y permitían identificar, evaluar y gestionar con antelación los potenciales riesgos de soborno. Asimismo, a través de auditorías periódicas, MSD supervisa y verifica de forma continua su correcto funcionamiento, con el fin de detectar oportunidades de mejora y adoptar medidas correctoras mediante la implementación de planes de acción específicos.
Adicionalmente, la Compañía cuenta con un canal de denuncia, disponible las 24 horas del día, para que los empleados y cualquier tercero reporten los incumplimientos a las políticas de la Compañía que se detecten.
“Nos movemos en un entorno competitivo y retador donde la sociedad y los grupos de interés, cada vez exigen a las Compañías mayor responsabilidad y valores éticos en el desarrollo de su actividad empresarial. En este sentido, el mantenimiento de esta certificación no es solo una exigencia externa de AENOR como certificador, sino también un compromiso interno para con nuestros valores fundamentales, nuestra cultura y la legislación vigente”, ha concluido Argelich.