La creación y comunicación de iniciativas sostenibles alineadas con la compañía era la función principal de los CSO, es decir, su función era mantener una buena reputación en materia de responsabilidad social corporativa para las empresas. La sostenibilidad y el crecimiento de su importancia en todos los niveles de nuestra vida cotidiana ha marcado un punto de inflexión clave donde los CSO han tenido que transformarse.
Actualmente, su tarea principal ya no consiste en mantener una reputación, sino en integrar de manera real políticas alineadas con ESG (enviromental, social and governance) a la estrategia corporativa de la compañía, cambiando su posición desde un rol menos importante a uno donde su función afecta a la toma de desiciones y por ello, debe trabajar en conjunto con la alta dirección.
Asimismo, Harvard Business Review presenta cuatro grandes cambios en la figura del CSO: la capacidad de envolverse en la estrategia empresarial y en la asignación del capital; la creación de interacciones reales con stakeholders; la creación de engagement con inversores; y, el apoyo con suficientes recursos y experticia, así como el trabajo conjunto con la alta dirección de la compañía.
La importancia creciente sobre la responsabilidad social corporativa pone en el centro la creación de iniciativas sostenibles reales y aplicables a la estrategia corporativa. Entre las iniciativas comunes que aplican las empresas están el reciclaje, la gestión de residuos, la eficiencia energética y el voluntariado corporativo. Sin embargo, es importante que la empresa sepa en que ámbito puede focalizar su estrategia de sostenibilidad, y con ello, se debe trabajar de una forma muy cercana con la alta dirección de la compañía. El CEO, conoce a la perfección los problemas de la empresa y el CSO conoce la forma de transformarlos, por ello, deben trabajar en conjunto creando iniciativas.
El expresidente de DIRSE, Albert Andreu afirmaba en el evento organizado por Compromiso RSE, Sustainability Day 2022, que, “cuando uno ocupa la función de Corporate Sustainability Officer (CSO) tiene que ser cómplice del CEO. No puede entrar al despacho del CEO como un terrorista, tiene que jugar a su favor y entender cuáles son los dilemas de la organización que, muchas veces, pasan por cerrar el trimestre en números negros” esto significa que el directivo de Sostenibilidad “no puede ser un problema, tiene que ser una solución”.
Los stakeholders son una parte muy importante de cualquier empresa y ante esto, el CSO no debe ceder ante presiones, esto afirma el Harvard Business Review. Ceder a las presiones solo crearía una exageración de las iniciativas ESG, lo que a largo plazo ocasionaría el conocido como greenwashing si no son llevadas a cabo.
Ante esto, el CSO debe lograr la homogenización de los estándares de información no financiera para que de esta manera el CEO, los inversores y los stakeholders puedan comparar y analizar las cuestiones ESG y entiendan la contribución de la sostenibilidad a la actividad empresarial y logren la creación de valor.
La práctica de la sostenibilidad afecta directamente a las finanzas y por ello debe tenerse claro que no en todas las estrategias sostenibles serán un 'ganar-ganar' para la empresa. Para reconocer las iniciativas que deben aplicarse y como afrontar las victorias y fracasos, el CSO debe ser una función profesional.
Ante esto, Albert Andreu añadió en una entrevista con Compromiso RSE, “La gestión de la Sostenibilidad exige un conocimiento experto de la misma forma que lo exige ser un director Financiero o un director de Operaciones. Es verdad que se dice que la mejor manera de incluir la sostenibilidad es incorporándola en el proceso ordinario de toma de decisiones, pero por qué no puede haber una unidad experta como la unidad de RRHH que, mediante las áreas de HRBP, ayuda a los directores funcionales a implantar determinadas políticas de personas.”
La directora general de ASG de DIRSE, Miwi Clavera, nos confesó en una entrevista que el CSO debe ser “aquella persona que se adelanta a lo que sucede en la sociedad, que reta por los nuevos problemas que puedan surgir, esa voz de la conciencia o guardián del propósito. A pesar de que la Sostenibilidad esté muy evolucionada, integrada y transversalizada en la empresa, esta figura siempre será necesaria.”