24/05/2023 08:00:46

Las emisiones de CO2 derivadas del comercio electrónico en Europa podrían reducirse un 30% para 2030

Según Oliver Wyman, España logrará una reducción de las emisiones de hasta 663 gCO2e

Las emisiones de CO2 generadas por el comercio electrónico en Europa podrían verse reducidas hasta un 30% en el año 2030, si se activan todos los factores de reducción de emisiones y se cumplen los objetivos de combinación energética. Esto exigiría actuar sobre todas las fuentes de emisiones del e-commerce mediante la generalización de las mejores prácticas, el despliegue de tecnologías emergentes de motorización limpia y la mejora de las matrices energéticas de los países europeos, según un nuevo informe elaborado por la consultora Oliver Wyman ‘Delivery Decarbonization Pathway’, por encargo de Amazon.

En el caso de España, según las previsiones de los expertos de la consultora, el país logrará una reducción de las emisiones del 41% para 2030 (hasta 663 gCO2e), la mayor reducción porcentual en comparación con el resto de los países del estudio y del 61% para el 2040 (hasta 440 gCO2e, la segunda mayor reducción porcentual después de Suecia).

A raíz de un informe publicado en 2021 por Oliver Wyman a nivel europeo, se pudo concluir que las compras online generaban, de media, entre 1,5 y 2,9 veces menos gases de efecto invernadero que las compras realizadas en las tiendas físicas. El estudio actual pretende indagar en los diferentes elementos que incrementan las emisiones en el e-commerce para poder obtener información sobre cómo reducirlas de cara al futuro”, explica Sam Taylor, Socio de Retail y Bienes de Consumo y Performance Transformation Lead en Iberia de Oliver Wyman, que señala que “hay tres causas principales de las diferencias de emisiones en los seis países analizados: el factor de la combinación energética residual — es decir, las emisiones procedentes de la producción de energía para la red eléctrica de un país-; la distancia del trayecto, que varía entre 150 y 200 km en el Reino Unido y entre 500 y 600 km en España; y la distancia de última milla, que oscila entre los 40 km de Alemania y los 90 km de España”.

Las emisiones por transporte en España, las más elevadas

Así, en Francia y Suecia las emisiones de los edificios son menores que en los otros países debido a sus bajos factores de combinación energética residual, al presentar unos porcentajes relativamente elevados de energía nuclear y renovable. Por el contrario, en Alemania e Italia, son más elevadas por su gran dependencia de los combustibles fósiles.

En cuanto a las emisiones del transporte, en España son más elevadas que en otros países por los amplios recorridos de última milla, alcanzando los 400 gCO2e, mientras que en Reino Unido son más bajas, ya que las distancias recorridas son más cortas que en otros países (de tan solo 150 gCO2e).

Según los expertos de Oliver Wyman, “en términos absolutos, las principales diferencias entre las emisiones de CO2e de los países europeos se deben a sus combinaciones de fuentes de energía (porcentaje de fuentes nucleares o renovables frente a fósiles), lo cual depende principalmente de las políticas energéticas nacionales”.

Emisiones por tipo de envío

El estudio desvela que, de entre todas las modalidades de envío, la entrega a domicilio sigue siendo la opción preferida por los consumidores online, elegida por más de un 60% de los encuestados. De hecho, más del 80% de los envíos de paquetes son entregados a domicilio en cinco de los seis países analizados. Sin embargo, otras alternativas como los buzones, la recogida en tienda o el click-and-collect están aumentando considerablemente su popularidad cuando se habla de las compras online.

Dentro de estas modalidades, existen diferencias considerables en cuanto a las emisiones de CO2 que generan cada una de ellas. La entrega nacional estándar para un paquete de 1 kg emite una media de 1.075g de CO2e.

Por su parte, los envíos internacionales por avión con entrega en 10 días desde un almacén asiático a un consumidor europeo generan 6.392 g de CO2e, multiplicando por seis las emisiones del envío nacional estándar por ser uno de los transportes más contaminantes.

En el caso de los envíos entre países europeos realizados, en su mayoría, por carretera y con plazos de entrega superiores en uno o dos días al nacional estándar, las emisiones de CO2 producidas son de 1.245g/CO2e. Esto implica un aumento de entre un 15% y un 20% respecto a la segunda modalidad, debido a la mayor distancia recorrida.

Según Beatriz Fernández, responsable de Retail y Bienes de Consumo en Iberia de Oliver Wyman, “la mejor manera de minimizar las emisiones por paquete es masificar la entrega en la última milla (no reducir la velocidad de entrega), especialmente utilizando los vehículos más grandes en la línea de reparto y maximizando sus cargas”.

Por otro lado, el número de edificios o sedes por las que pasa un paquete también influyen en el nivel de emisiones, siendo hasta un 10% menor para los centros de distribución suburbanos situados a menos de 100 km de una gran ciudad. Así, el uso de microestaciones urbanas pueden llegar incluso a reducir las emisiones en los envíos estándar y en entregas al día siguiente, gracias a su proximidad a los puntos de entrega.

En el caso de los envíos a puntos de recogida-depósito o pick-up-drop-off (PUDO) en tiendas y/o buzones, las emisiones generadas varían en función del tamaño de la ciudad. En ciudades grandes y medianas las emisiones se reducen entre un 10% y 15% al contar con una red mayor de puntos PUDO, mientras que en ciudades muy pequeñas se llega a generar hasta un 15% más de CO2 en comparación con el envío nacional estándar, debido al aumento del porcentaje de consumidores que usan el coche para recoger los paquetes.

Asimismo, el tiempo de entrega también influye en el impacto medioambiental. Los envíos en menos de una hora desde establecimientos dedicados a la venta online generan entre 150% y 200% emisiones más que el envío estándar. Y, dentro de este, los envíos procedentes de tiendas físicas son los más contaminantes. La razón principal es la emisión de CO2 que producen los edificios de las tiendas offline, que representan hasta un 65% del total de las emisiones generadas en esta modalidad.

Es más, la entrega en el mismo día con envío desde la tienda física puede llegar a contaminar entre tres y cuatro veces más que el envío nacional estándar, al producir mayores emisiones por metro cuadrado que los almacenes más alejados dentro del mismo país.

El camino hacia un e-commerce más sostenible

La pieza clave que permitirá lograr una reducción de hasta el 30% de las emisiones en Europa y hasta el 41% en el caso de España reside en el cambio de hábitos de los principales operadores del comercio online, así como en la actuación de los gobiernos de cada país.

Según indica el estudio, lograr este objetivo exigiría actuar sobre todas las fuentes de emisiones, mediante la generalización de las mejores prácticas actuales, el despliegue de tecnologías emergentes de motorización limpia y la mejora de las matrices energéticas de los países. Este objetivo del 30% ha derivado de los diversos objetivos fijados por la omisión de la UE para camiones, furgonetas, envases, combinaciones energéticas nacionales y otros factores.

Es más, las emisiones relacionadas con el transporte podrían verse reducidas hasta en un 28%, si un 20% del transporte funcionara con energías limpias y si se electrificara el 80% de los vehículos de última milla (entendido como el último tramo en el ciclo del envío). Solamente la descarbonización del transporte de larga distancia y de última milla, mediante el uso de camiones eléctricos, supondría hasta un 47% menos de emisiones de CO2e.

Por su parte, las emisiones producidas por los edificios de logística también tendrían que reducirse en un 43%, al igual que el impacto de los embalajes en un 20% y la producción de electricidad en un 34%. Así, a largo plazo, la continuidad de estas prácticas en materia de descarbonización daría como resultado una disminución generalizada de entre un 55% y un 60% de las emisiones de CO2e (hasta 448 g de CO2e).

Sin embargo, para todo ello, sería necesario el compromiso de los minoristas, los operadores de transporte y los gobiernos (responsables de la combinación energética de un país) para que cada uno contribuyera con una reducción de entre 8 y 12 puntos porcentuales de las emisiones de CO2e.

España logrará la mayor reducción porcentual de emisiones de Europa

En España, la mentalidad y hábitos de consumo de los compradores online difieren de los del resto de países europeos.

Por un lado, solo el 25% de los consumidores españoles tiene en cuenta el impacto medioambiental que pueden generar con las compras online, en comparación con el 31% de media en los países europeos, y solo el 10% está dispuesto a retrasar la entrega de su pedido para mitigar las emisiones de CO2. Por otro, se trata del segundo país con menor penetración del e-commerce por detrás de Italia, sumando un total de solo 20 paquetes al año por consumidor de media. De los cuales, en torno al 80% o 90% se realizan con envío a domicilio.

Además, en España, el envío nacional estándar asciende a los 1.130 g de CO2e al no pasar por ninguna estación después de salir de los centros de logística. Es por ello por lo que las emisiones generadas en el país por el transporte son más elevadas que en otros países europeos, debido a los amplios recorridos de última milla y a la escasez de estaciones cercanas al punto final del trayecto. Esto implica que del total de las emisiones producidas por el transporte en el e-commerce, el 60% de ellas corresponden a las emisiones generadas por el transporte de última milla.

Por su parte, las distancias del transporte de largo recorrido también se sitúan entre las más elevadas de los países europeos analizados (con unos 680 km de media). El principal motivo es que las ciudades se encuentran situadas cerca de la costa y un elevado porcentaje de los pedidos salen de Madrid.

Este país es el único en el que el envío nacional estándar en una ciudad de tamaño medio genera un 7% menos emisiones que en las grandes ciudades, por ser estas más céntricas y, por tanto, más cercanas a las sedes de logística. Aunque los envíos nacionales al día siguiente generan entre un 20% y un 30% más emisiones que los envíos nacionales estándar.

Por el contrario, en los modelos de entrega fuera del domicilio las emisiones generadas en las grandes ciudades se incrementan entre un 10% y un 15% respecto a las ciudades de tamaño medio, debido a la menor densidad de redes y, por tanto, a un mayor porcentaje de consumidores que utilizan el coche para recoger su paquete en los puntos PUDO.

Con estos resultados, las previsiones indican que España logrará una reducción de las emisiones del 41% para 2030 (hasta 663 g de CO2e) y hasta un 61% menos para el año 2040 (440 g de CO2e de segunda reducción) si consigue disminuir la dependencia a los combustibles fósiles, especialmente en vehículos utilizados para las entregas de última milla.

En definitiva, a partir de 2040, a medida que los países europeos alcancen una cuota de energía limpia superior al 80% y se descarbonice la mayor parte del transporte, se espera que todos los países reduzcan las emisiones en más de un 50%. De esta manera, quedarían por tratar entre un 40% y un 45% de las emisiones actuales para alcanzar la plena neutralidad climática, posiblemente llevando a cabo la compensación de las emisiones residuales.

Compartir:
  • linkedin share button