22/03/2023 08:00:17

La Unión Europea pone fin a la venta de coches de combustión a partir de 2035

La legislación tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 del territorio europeo

El Parlamento Europeo finalmente toma una decisión en relación con las medidas de sostenibilidad y los coches de combustión. La institución acuerda poner fin a la venta de vehículos de motor de combustión a partir del año 2035, afectando esto a turismos y furgonetas.

La Unión Europea en la línea de cumplir sus objetivos, entre ellos específicamente el número 55 de transición ecológica, lleva desde el año pasado intentando llevar a cabo una legislación relativa a la venta de automóviles de combustión en el territorio europeo. Según la legislación europea en materia climática, el objetivo 55 consiste en el logro de “reducir las emisiones de la UE en al menos un 55 % de aquí a 2030 una obligación jurídica. Los países de la UE están trabajando en una nueva legislación para alcanzar este objetivo y lograr que la UE sea climáticamente neutra de aquí a 2050”.

Este paquete de medidas consiste en once medidas climáticas que entre ellas encontramos la llamada ‘Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE’ que tiene el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono de turismos y furgonetas nuevos garantizando la adhesión y colaboración del sector automovilístico en la transición ecológica. Ante esto, la propuesta establece objetivos de reducción de emisiones para 2030 y cero emisiones para 2035.

Los vehículos de motor de combustión representan aproximadamente el 15% del total de emisiones de la Unión Europea de dióxido de carbono, el principal gas que produce el efecto invernadero, por ello, es de gran importancia su regulación y trabajo conjunto a nivel internacional según datos europeos. Esta nueva normativa ocasionará un cambio en el mercado, el cual a partir de 2035 solo podrán venderse automóviles y furgonetas de emisión cero, esto no afectará a la circulación de coches de gasolina y diésel después de 2034 pero deberán adaptarse a la extensión de las ya existentes zonas de bajas emisiones en núcleos urbanos y a los aumentos de impuestos de circulación y combustibles fósiles.

Las oportunidades que puede ofrecer esta normativa se centran en una mejora en la calidad del aire por la reducción de la contaminación y con ello una mejora de la salud ciudadana; un aumento de la innovación en tecnologías ecológicas con mayor desarrollo de vehículos sin emisiones.

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