Casi el 70% de las empresas informaron a CDP de que no habían evaluado el impacto de su cadena de valor sobre la biodiversidad en 2022, a pesar del acuerdo histórico alcanzado en la COP15, que instaba a los países a alentar y permitir a las grandes empresas e instituciones financieras evaluar y divulgar sus riesgos, impactos y dependencias sobre la biodiversidad para 2030. De hecho, es posible que se exija de forma inminente la divulgación de las emisiones de Alcance 3 en la UE (las Normas Europeas para la Elaboración de Informes de Sostenibilidad, que abarcan tanto el clima como la naturaleza), en Estados Unidos (en virtud de la normativa de la Comisión del Mercado de Valores) y en la norma de referencia mundial de la Junta Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB) para la divulgación de información financiera relacionada con el clima.
La mayoría de las empresas aún tienen que reconocer que deben abordar conjuntamente sus impactos sobre el cambio climático y la naturaleza en la cadena de suministro, y el informe muestra que la mayoría de las empresas dan prioridad a la divulgación de información sobre el clima. De las más de 18.500 empresas que informaron a CDP en 2022, más de 7.000 indicaron que habían implicado a sus proveedores en el cambio climático, frente a 915 en el agua y poco más de 500 en los bosques. Sin embargo, el índice de implicación de las cadenas de suministro es mucho mayor en las empresas que publican información sobre deforestación, con un 69% de implicación de los proveedores en esta cuestión, en comparación con el 39 % de las empresas que publican información sobre cambio climático y el 23 % sobre agua.
Un número pequeño, pero creciente, de empresas está tomando la iniciativa e incorporando la naturaleza a su actividad habitual. CDP trabaja con más de 280 líderes en sostenibilidad a través de su programa de Cadena de Suministro, que representan 6,4 billones de dólares de gasto en compras. Su compromiso año tras año impulsa la acción. Por ejemplo, el 26% de las empresas que responden por primera vez a CDP declaran haber establecido objetivos climáticos, mientras que el 57% de las que repiten lo hacen, lo que pone de relieve cómo la divulgación anual impulsa el establecimiento de objetivos, y en 2022, los proveedores de las empresas declararon haber ahorrado 70 millones de toneladas de CO2 -lo que equivale a suministrar energía a más de 8,5 millones de hogares durante un año- debido específicamente al compromiso de los miembros de la cadena de suministro de CDP.
Una de cada 10 empresas incluye requisitos relacionados con el clima en sus contratos con proveedores, y esto también está ocurriendo en cierta medida con la deforestación. Sin embargo, la mayoría de estos requisitos aún no están alineados con la ciencia climática de 1,5ºC, y menos del 1% (0,04%) de todas las empresas exigen a sus proveedores que establezcan objetivos basados en la ciencia.
Los datos de CDP muestran que los equipos de alta dirección no están siendo incentivados ni de lejos al nivel necesario para abordar cuestiones clave como la seguridad del agua y la deforestación en la cadena de suministro. El 70% de los altos cargos de las empresas no estarán incentivados para actuar en materia de deforestación antes de 2025, mientras que sólo el 3% de las empresas cuentan con incentivos relacionados con el agua para su Director de Compras. En cuanto al clima, el panorama es más positivo: el 74% de las empresas informan de que sus consejos de administración supervisan el cambio climático, y el 41% de las restantes prevén hacerlo en los próximos dos años. Esto está empezando a filtrarse a los compradores, pero el informe concluye que es muy pronto.
Sonya Bhonsle, Directora Global de Cadenas de Valor y Directora Regional de Corporaciones de CDP, ha declarado: “El informe de este año muestra que la acción medioambiental no se está produciendo a la velocidad, la escala y el alcance necesarios para limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 grados, y que muchas empresas siguen sin reconocer que su impacto en el medio ambiente va mucho más allá de sus operaciones y del cambio climático”.
La directiva también afirma que “la COP 15 no podría haber sido más clara en el llamamiento a la acción sobre la información corporativa sobre la naturaleza. Si una empresa no se está preparando para una futura regulación sobre la naturaleza en la cadena de suministro, se expone a una amplia gama de riesgos y también podría estar desaprovechando las oportunidades que le brindará la salvaguarda de la naturaleza. Sencillamente, si una empresa quiere seguir en activo en el futuro, tiene que empezar a integrar la naturaleza en su forma de comprar y colaborar con los proveedores para impulsar la acción en la cadena de suministro”. Por lo tanto, añade que “necesitamos ver el liderazgo medioambiental de las empresas ahora mismo abordando sus impactos sobre el cambio climático y la naturaleza juntos, trabajando con sus proveedores de una manera integrada que incluya la naturaleza como norma, e incentivando este compromiso dentro de su organización”.
Por su parte, Elfrun Von Koeller, director general y socio de BCG, ha declarado: “Las emisiones de la cadena de suministro de una empresa (Alcance 3) son, de media, 11 veces superiores a las emisiones directas (Alcance 1) y reflejan más del 70% de las emisiones totales. Por ello, la descarbonización de la cadena de valor representa una de las oportunidades más importantes para que las empresas contribuyan a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en todo el mundo antes de 2050”. Además, el directivo añade que “sin embargo, sólo menos del 5% de las empresas que publican información tienen objetivos a corto plazo basados en la ciencia, que es la norma más creíble. Esto pone de relieve la oportunidad de que las organizaciones actúen con mayor rapidez y audacia”.