Pedro Tomey, Director General de la Fundación Aon, expresó que han querido favorecer la integración de estas personas, a través de un acuerdo de colaboración con la Fundación Jaime Garralda, “para que lleguen preparados a la libertad y puedan retomar progresivamente el contacto con la sociedad, una vez se les haya inculcado los valores necesarios para la convivencia, pues su estancia en la cárcel supone en muchos casos una ruptura con el mundo exterior, una vulnerabilidad añadida al estigma social al que se enfrentan”.
La Fundación Jaime Garralda acoge a los presos de permiso penitenciario en sus pisos tutelados, donde psicólogos, criminólogos, educadores, trabajadores sociales, integradores sociales y personas voluntarias, les preparan para la vida independiente, capacitándoles en habilidades personales, sociales, formativas y laborales. Asimismo, fomentando la recuperación de comportamientos prosociales, consiguen modificar estructuras y condicionamientos que promueven las conductas delictivas. Además, ayudan a construir y fortalecer la red de apoyo social y/o familiar, con el objetivo último de lograr su reinserción en la sociedad.