22/11/2022 08:08:29

P&G colabora con la recuperación de 6.952 olivos centenarios abandonados

Para impulsar el desarrollo rural y luchar contra la propagación de incendios

Procter & Gamble ha anunciado un año más su colaboración con la organización Apadrinaunolivo.org para recuperar un total de 6.952 olivos centenarios abandonados. Un proyecto con el que la compañía impulsa el desarrollo de las zonas rurales, pone en valor el papel del campo español como activo medioambiental y ayuda mitigar emisiones de carbono y luchar contra la propagación de incendios en nuestro país, un fenómeno que solo en 2022 ha afectado a 252.690 hectáreas en España.

En este sentido, a través de la colaboración con esta iniciativa, P&G espera fomentar un impacto positivo en la comunidad de Oliete (Teruel) mientras promueve el cuidado del medioambiente. Los 6.952 olivos centenarios abandonados en Oliete y apadrinados por la compañía tienen capacidad suficiente para retener en su biomasa 3.200 toneladas de CO2, a la vez que el proyecto impulsa el desarrollo de la economía local en una zona que desde hace años sufre una situación de despoblación creciente. No en vano, la iniciativa hace frente a la propagación de incendios con sus estrategias de custodia del territorio en la recuperación y mantenimiento de los olivares y la generación de nuevas oportunidades en el entorno rural.

Según José Alfredo Martín, cofundador de Apadrinaunolivo.org “contar con medidas que promuevan el asentamiento de población que continúe con la agricultura y ganadería son necesarias para evitar incendios. No contar con tierras fértiles causa la pérdida de biodiversidad, materia orgánica y la incapacidad de infiltración del suelo. Amenazando con la desertización de las áreas afectadas y una sucesión de nuevos fuegos incontrolables y lluvias torrenciales. Sin hablar de las diversas formas de contaminación y pérdidas económicas en la zona”

Vanessa Prats, vicepresidenta y directora general de P&G en España y Portugal, ha señalado: “estamos encantados de colaborar con este proyecto, que no solo ayuda al desarrollo de una zona en riesgo de despoblación y ayuda a mitigar emisiones de CO2, sino que además tiene capacidad para frenar los incendios en la zona”.

La recuperación de este olivar abandonado en Oliete, impulsará un modelo de desarrollo rural sostenible con inclusión social que va a permitir la generación de un impacto positivo en Oliete, con apenas 340 habitantes y 100.000 olivos abandonados. Esta iniciativa supone un impulso socioeconómico para la zona, contribuyendo a la creación de empleo y al fomento del turismo local en la región, además de un muro de contención contra los incendios. De hecho, el pasado verano se produjo un incendio forestal en Oliete a causa de un rayo, que podría haberse complicado de no haber contado con la intervención de los equipos de extinción y de las lluvias que acompañaron a la tormenta que permitieron mitigarlo.

 

Recuperar en lugar de plantar

En el caso de los olivos, para que tengan producción y estén vivos es necesaria su “domesticación”. Esto quiere decir que este árbol tiende a ser un arbusto, pero gracias al mantenimiento con la poda, labranza y abonado se acaba con los “chitos”: ramas que nacen desde la base del tronco robando los recursos que el árbol debería destinar a sí mismo y a su fruto, la oliva. La presencia de estos termina ahogando al olivo, por la falta de aire y luz, convirtiéndolo en un arbusto insano, foco de plagas, que puede secarse y morir, dejando una tierra infértil, llena de matojos, propensa a arder rápidamente en caso de accidente.

Desde P&G ponen en valor el carácter diferencial de esta iniciativa, que apoyan desde hace dos años, ya que ayuda a mitigar las emisiones de la compañía en España y Portugal de una forma innovadora: recuperando olivos centenarios como alternativa a plantar nuevos ejemplares. Esto tiene que ver con el hecho de que un árbol recién plantado necesita una media de 10 a 15 años para captar CO2 de forma significativa, mientras que recuperando árboles el efecto es inmediato, además del fomento la biodiversidad que supone. Según los responsables del proyecto, cada olivo recuperado tiene también un impacto atmosférico inmediato y aporta el oxígeno necesario para 4 personas en un día.

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