El estudio divide a las organizaciones en “Actuales”, que representan el 17% de los encuestados y son aquellas que ya perciben que la sostenibilidad tiene efectos en la situación financiera y en el rendimiento del negocio y están consiguiendo mejores resultados; “Inminentes”, con un 22%, que esperan ver esos efectos en un plazo de 5 años; y los “Tardíos”, con el 61%, que todavía no ha dado los pasos necesarios.
En los Actuales, la estrategia de sostenibilidad viene impulsada por los líderes de la organización. Además, cuánto antes consideran que la sostenibilidad tendrá efectos en el rendimiento de la empresa, mayor es la probabilidad de que aumenten sus ingresos en el ejercicio fiscal en curso; consideren la sostenibilidad como una alta prioridad de inversión; recopilen datos sobre sostenibilidad durante un período más largo; utilicen los datos de sostenibilidad para fundamentar más decisiones; estén más satisfechos con la calidad de los datos sobre sostenibilidad; distribuyan la responsabilidad de la acción respecto a la sostenibilidad de manera más amplia dentro de la organización; comprendan mejor las correlaciones positivas entre sostenibilidad y rentabilidad y entre sostenibilidad y competitividad.
Los Actuales encuestados afirman que sus empresas también tienen más datos que los Inminentes y los Tardíos sobre los efectos medioambientales de sus negocios, y que los emplean mejor. Consideran la sostenibilidad una parte esencial de su estrategia de negocio. Además, son más optimistas sobre la estrategia de sus empresas: son un 11% más proclives que los Inminentes y los Tardíos a esperar que la sostenibilidad medioambiental aumentará los ingresos y ganancias a largo plazo.
Los Actuales han estado recopilando más datos sobre su negocio y su impacto medioambiental durante un mayor período de tiempo, lo que les proporciona una mayor visibilidad para anticipar mejores resultados de negocio, e implica que reconocen el valor de los datos de sostenibilidad a la hora de tomar decisiones estratégicas y operativas.
Sin embargo, a pesar de que los Actuales están más avanzados en el uso de los datos, el 79% de todos los encuestados están insatisfechos con la calidad de la información que recopilan sobre sostenibilidad medioambiental. De hecho, consideran los datos la principal barrera para actuar en materia medioambiental. No obstante, la insatisfacción de los Actuales con la recopilación de la información por parte de sus empresas es menor que la de Inminentes y Tardíos. La razón de esa menor insatisfacción se encuentra en que: tienen más datos porque el 44% llevan más de cinco años recopilándolos, frente al 34% de los Tardíos y el 20% de los Inminentes.
Para conocer qué motiva a sus empresas a adoptar medidas medioambientales, los participantes en el estudio han tenido que elegir cinco factores de una lista de 12. Los Actuales han señalado el compromiso del CEO y la junta directiva, seguido de las regulaciones gubernamentales, el propósito de la empresa, el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y las oportunidades de crecimiento de ingresos y ganancias.
Tanto los Inminentes como los Tardíos afirman que sus empresas están más influenciadas por las prioridades de negocio tradicionales que las organizaciones Actuales, comolas oportunidades de crecimiento de ingresos y ganancias, la demanda de los clientes y las oportunidades para desarrollar nuevas ofertas.
En los Actuales se fomenta una mentalidad de sostenibilidad a lo largo de toda la empresa: los líderes han asignado la responsabilidad de las acciones que mejoran el medioambiente a un 21% más de roles en toda la organización.
La mayor preocupación por el medioambiente de Actuales e Inminentes se percibe en que tienen un mayor conocimiento de las acciones en esa materia que adoptan los miembros de su cadena de suministro: un 48% frente al 39% de los Tardíos. Esto se debe, probablemente, a que Actuales e Inminentes quieren que los compromisos de sus propias empresas con ese objetivo se vean reflejados a lo largo de sus cadenas de suministro.
Los Actuales son los que más invierten en materia de medioambiente y los que más dispuestos están a incrementar esas inversiones que destinan, fundamentalmente a mitigar el cambio climático (17% de los encuestados), seguida de prioridades relacionadas con la economía circular como el uso de materiales reciclados, regenerados o renovables; la reducción de residuos sólidos y peligrosos mediante el reciclado y la reutilización; y la mejora de la disponibilidad de recursos a través de productos diseñados para la reutilización, reparación y re fabricación. En total, esas prioridades son señaladas por el 40% de los encuestados.
En cuanto a las futuras inversiones, el 44% de los Actuales afirma que sus empresas tienen previsto aumentar el gasto en inversiones para sostenibilidad en los próximos tres años. Los Inminentesles siguen de cerca con un 41%, pero los Tardíos están muy rezagados, con apenas un 30%. De hecho, en el caso de estos últimos, el 19% afirma que sus empresas tienen previsto disminuirsu inversión en sostenibilidad o no tienen planes de invertir en ella, frente al 13% de los Inminentes y apenas el 9% de los Actuales.
Los mayores desafíos que encuentran los tres grupos para en sus acciones de sostenibilidad tienen que ver con los datos, pero también con las operaciones y la estrategia: no tienen claro cómo deben sus empresas incorporar la sostenibilidad a los procesos y sistemas; tampoco cómo alinear sus esfuerzos con la estrategia de negocio; ni cómo probar el Retorno de la Inversión (ROI) de la sostenibilidad. No obstante, los Actuales dicen que sus empresas ven menos barreras para la acción.
Los tres elementos que diferencian a los Actuales del resto son: los datos son importantes para ellos; consideran que la sostenibilidad no es un lastre y sus líderes lideran en materia de sostenibilidad, son los que la impulsan. Además, en el 40,5% de los casos la sostenibilidad guía su estrategia.
En cuanto a la relación entre la competitividad a largo plazo de las empresas y la sostenibilidad medioambiental, el 68,2% de los Actuales considera que se da una relación positiva, frente al 61,7 de los Inminentes y el 49,2% de los Tardíos. Y todos los grupos consideran mayor la relación entre la rentabilidad a largo plazo y la sostenibilidad medioambiental: un 78,2% de los Actuales; 67,7% de los Inminentes; y 56,3% de los Tardíos.