Europa se sitúa como la región más preocupada por el medio ambiente, así se refleja en el ranking de países analizados en este estudio, donde las 4 primeras posiciones las ocupan países europeos: Italia, en primera posición (36%), seguida de Francia (34%), Alemania (32%) y Reino Unido (29%). Sin embargo, llama la atención como España se sale de esta tendencia y se posiciona como el país europeo menos concienciados en este sentido, solo el 17% de la ciudadanía ve al medio ambiente como una prioridad.
Un dato que contrasta cuando se pregunta en qué fase se encuentra el medio ambiente, donde casi 6 de cada 10 personas en España declara que el medio ambiente se encuentra en una fase crítica y que se debe actuar ya para poner en marcha soluciones efectivas a esta problemática, situándose así como el segundo país europeo que más piensa de esta manera, solo lo supera Italia con un 64%. Esta percepción es la más generalizada entre los países analizados, así lo declaran la mitad de los entrevistados, aunque encontramos también que hay un segundo colectivo de peso (28%) que piensa que el medio ambiente está en peligro pero que aún estamos a tiempo de actuar y paliar los efectos negativos del cambio climático. Una percepción que comparte el 21% de la población española, aunque es más compartida por otros países europeos como son Reino Unido (29%) y Francia (28%), mientras que en Alemania (20%) e Italia (19%) ese porcentaje baja
La percepción sobre los riesgos a los que se enfrenta el medio ambiente y los plazos de los que disponemos para actuar y revertirlos son los que definen las conductas sostenibles que adopta de la ciudadanía. Así, a mayor creencia de que debemos hacer algo de forma inmediata, más hábitos sostenibles se adoptan y viceversa.
En cuanto a las acciones que la ciudadanía cree que más ayudan a luchar contra los efectos del cambio climático llama la atención que no son las que finalmente se llevan a la práctica de forma individual. Con la excepción del reciclaje, que para el 65% es la acción más útil en esta lucha, y un 63% ya lo lleva a cabo; sin embargo, un 35% cree que el uso de energías renovables tiene un gran impacto positivo, pero solo un 12% hace uso de ellas en su día a día. Algo similar ocurre con el uso de coches eléctricos o híbridos, y es que el 30% son conscientes de sus beneficios, pero solo un 8% dispone de este tipo de vehículos.
Una significativa mayoría a nivel global (65%) cree que debe ser el Gobierno el principal encargado de actuar y priorizar esta situación para paliar sus efectos adversos. Mientras, el 48% de la ciudadanía piensa que esta debe ser una labor que tienen que asumir los ciudadanos, y un 41% afirma que son las empresas privadas las responsables de liderar este cambio.
Pero, como en muchas ocasiones, lo que se quiere y lo que en realidad sucede no coincide, y este caso no es una excepción. Ya que ante la pregunta de qué agentes están ya trabajando en esta dirección, un 39% cree que es la gente de a pie la que más está haciendo, seguido del Gobierno (32%), y los científicos (28%).
Por tanto, podríamos decir que el Gobierno no está respondiendo a las expectativas de la población en ningún país, ya que es del que más acciones se esperan y sin embargo no se percibe que las esté llevando a cabo.