Quentic, uno de los proveedores líderes de Software as a Service para la gestión de la salud, la seguridad y el medioambiente, trata de dar respuesta a estos interrogantes en su último Safety Management Trend Report. Con ese fin, la empresa se entrevistó con once renombrados expertos internacionales del sector, entre otros: Andrew Sharman, anterior director del Instituto para la Seguridad y Salud en el trabajo (IOSH); Amy Edmondson, profesora de Liderazgo y Gestión de Novartis en la Harvard Business School; Davide Scotti, experto en EHS y Secretario General para la Fundación Liderazgo en Salud y Seguridad (LHS). En España, se entrevistó a Agustín Sánchez-Toledo, director de ISBL, de la consultora de EHS Sánchez-Toledo & Asociados y del medio Prevencionar; y a Eva Barrio, experta en PRL que destaca por su trabajo como Jefa de Ejecución Técnica en el IRSST (Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo) en Madrid.
Con el fin de complementar las opiniones de los expertos, Quentic encuestó a más de 600 especialistas de la seguridad laboral y prevencionistas de toda Europa sobre las condiciones de la gestión de la SST en su día a día, así como sobre sus prioridades para 2021. Resulta alentador observar cómo, alrededor de la mitad de los encuestados, afirmaron haber notado un incremento en la valoración de su trabajo y de los temas relacionados, como resultado de la pandemia de coronavirus. Sólo el ocho por ciento percibió un deterioro de la percepción de los temas relacionados con la salud y la seguridad.
Los expertos entrevistados comparten esta misma impresión. La seguridad laboral ya no está “al final de la fila” según Davide Scotti y los profesionales de la industria están experimentando “entusiasmo y reconocimiento, puesto que sus responsables los escuchan”, según Andrew Sharman.
Sin embargo, el sector se enfrenta a grandes desafíos. Mientras que, antes de la crisis, tres cuartas partes de los participantes en la encuesta describían su trabajo como positivamente desafiante, este número se desplomó por debajo del 60% en otoño de 2020, cuando se llevó a cabo esta encuesta. Al mismo tiempo, aquellos que encuentran su trabajo desafiante desde un punto de vista negativo, se ha duplicado durante la pandemia, pasando de menos del 15% a más de un 30%.
Existen múltiples razones que pueden explicar esta percepción negativa, pero el panel de expertos señala directamente al extenso y variado número de tareas de las que eran responsables los técnicos y prevencionistas, ya antes de la pandemia. Como subraya Timo Kronlöf, experto en salud y seguridad en el trabajo y Product manager de Quentic, en su entrevista con Andrew Sharman: "Los responsables de la SST tienen que mantener el ritmo, a pesar de la gran variedad de responsabilidades que ostentan. Deben garantizar, no solo la salud física y psicológica de los trabajadores, sino también su bienestar y, en muchos casos, la calidad y la protección del medioambiente.”
De hecho, numerosos expertos opinan también que la SST se está integrando cada vez más en un marco más holístico, que engloba temas como la globalización, la digitalización y la sostenibilidad. En este sentido, destacan la importancia de un enfoque polifacético que combine la SST con los objetivos medioambientales y de sostenibilidad, a la vez que refuerza la digitalización de los procesos. Lo que Eva Barrio, del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo en Madrid define como “un modelo de futuro, un modelo que aúna la excelencia en la gestión y la transformación digital inteligente a todos los niveles”.
Así, todas las medidas implementadas y los aprendizajes adquiridos durante la pandemia deben traducirse ahora en estrategias a largo plazo. Medidas que, a su vez, deben centrarse especialmente en la cultura de la seguridad, que es clave, según su opinión, para la resiliencia de las empresas frente a retos futuros. Por tanto, los responsables de seguridad deben mostrar suficiente liderazgo para involucrar a sus compañeros en la seguridad. En definitiva “el foco en 2021 va muy en línea con el modo en que está evolucionando el mundo: tecnología, pandemia, globalización y sostenibilidad” tal y como afirma Agustín Sánchez Toledo, director del Instituto de Seguridad y Bienestar Laboral (ISBL).
Otro aspecto muy relacionado con la cultura de la seguridad y que se ha visto reforzado por la Covid-19, es el de los riesgos psicosociales. Como señala la profesora Amy Edmondson en su entrevista para este informe, la cultura solo puede proteger de nuevos riesgos en un entorno laboral en el que todo el mundo “pueda expresar su auténtica opinión en el trabajo”. Relacionado con este tema se encuentra también la discusión sobre el bienestar y las potenciales consecuencias negativas de las nuevas formas de trabajar, en particular, aquellas relacionadas con el teletrabajo. El estrés, el aislamiento o la falta de límites entre vida personal y laboral, son solo algunos de los temas que mencionaron los expertos. Los profesionales de la seguridad son muy conscientes de estos riesgos, tal y como demuestran sus respuestas a la encuesta en la que aseguraron que consideran el bienestar y el estrés mental como temas clave en la construcción de una ‘Nueva Normalidad’ tras la pandemia.
Ninguno de estos temas se puede considerar algo nuevo, pero, en la actual situación de emergencia sanitaria, han superado a muchas otras tareas en términos de urgencia. Por consiguiente, los expertos enfatizan la importancia de la formación y del desarrollo de habilidades por parte de los responsables de la seguridad laboral, con el fin de enfrentarse adecuadamente a estos nuevos retos. Y el liderazgo es un factor importante, tal y como señala Andrew Sharman: “El liderazgo no es un cargo, es un comportamiento. Todos tenemos el potencial de ser líderes puesto que el liderazgo es una habilidad. Existe una necesidad de liderazgo a todos los niveles de una organización”.
En cualquier caso, los especialistas, técnicos y prevencionistas están preparados para enfrentarse a cualquier obstáculo y a asumir sus responsabilidades de liderazgo. Si bien, les gustaría tener un mayor apoyo por parte de la dirección en su tarea de involucrar a toda la empresa en la SST.