Los resultados ponen de manifiesto que la transformación laboral que ha traído consigo la COVID-19 no solo tiene que ver con las formas de trabajo o los cambios organizacionales, también con el propósito del mismo y la importancia de que los negocios tengan un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Así, el 43% de los encuestados considera que la responsabilidad social y las políticas de sostenibilidad de las empresas se han convertido en un tema urgente y el 42% adoptará medidas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Unos datos que avalan que la COVID-19 también ha jugado un importante papel a la hora de impulsar la ética empresarial hacia una economía de impacto en la que ya no solo prima el crecimiento económico del negocio, sino su relación y su aportación al entorno en el que se desarrolla. La crisis ha puesto de manifiesto la importancia de que las marcas representen valores sociales y no solo productos o servicios. Mientras que el 50% de las grandes empresas identifica mayor urgencia en trabajar la responsabilidad social de sus modelos de negocio; las pequeñas y medianas compañías destacan la importancia de formar parte de una comunidad o sentirse identificados con una red para afrontar en positivo una crisis como esta.
La encuesta se ha realizado a empresas de diferentes tamaños, desde microempresas o startups a grandes organizaciones, y en ella están representadas 18 actividades económicas entre las que destaca la participación de los segmentos de comunicación, educación, emprendimiento, innovación y grandes consultoras.
Los resultados revelan que un 25,6% ve peligrar la continuidad de sus actividades, mientras que aproximadamente el 70% de las compañías participantes tiene confianza en recuperar su negocio y califica el impacto de la crisis como medio (39,3%), bajo (25,6%) o mínimo (2,7%). Un 4,6% señala que la crisis ha potenciado su actividad. Las pequeñas y medianas empresas son las que más han sufrido pérdidas en su facturación.
Aunque aún se percibe bastante incertidumbre sobre el futuro, se identifica claramente que el impacto de la COVID-19 ha convertido en prioridad medidas para el mantenimiento de la actividad como la promoción de la innovación, el desarrollo de las competencias de equipo y la mejora de la productividad. Independientemente del tamaño de la empresa, se indica como necesidades prioritarias la identificación de nuevas oportunidades de negocio (74%) y el impulso a ventas (51%). El 33% de las grandes empresas con más de 250 empleados ha reconocido la necesidad de avanzar en la transformación digital de sus negocios.
En relación al tiempo de recuperación de las empresas y teniendo en cuenta que la encuesta se realizó a finales de la Fase 0, el panorama aún era incierto para muchas de ellas. Casi el 55% estima que tardará entre 3 y 9 meses en recuperarse, aunque el 30% todavía no lo sabe o proyecta un horizonte de recuperación superior a 9 meses. Las empresas medianas son las que estiman que van a tardar más tiempo en recuperarse. Las compañías de menos de 10 empleados se muestran más resilentes: el 16% cree que se recuperará en 2-3 meses, frente al 3% de las empresas con más de 100 empleados.
Si hay algo indudable en esta nueva situación es que el teletrabajo ha llegado para quedarse. El 80% de las compañías participantes adoptará modelos híbridos de trabajo en las que convivan el uso de oficina, el teletrabajo y coworking. Para el 90% de las empresas la flexibilidad en la configuración de los espacios de trabajo y reuniones será la clave en la nueva realidad laboral. Una comunidad es, por definición, un conjunto de personas vinculadas por unos intereses comunes e Impact Hub Madrid representa una de las comunidades de apoyo a la innovación e impacto social más importantes a nivel mundial. Por eso ha querido analizar en profundidad cuál ha sido el impacto de la COVID-19 en empresas de distintas actividades económicas, con el fin de recopilar toda la información posible para identificar necesidades comunes, evaluar las nuevas tendencias y ofrecer las herramientas necesarias a las empresas para identificar los cambios y oportunidades que pueden surgir de esta nueva situación.