Toyota sigue impulsando iniciativas para alcanzar el reto de cero emisiones de CO2 en sus plantas, que es uno de los objetivos incluidos en el Desafío Medioambiental Toyota 2050 –Toyota Environmental Chalenge 2050-, anunciado en 2015. Como parte de ese camino, ha desarrollado el pulverizador de pintura sin aire, que ya se ha implantado en las plantas de Takaoka y Tsutsumi. También está previsto que progresivamente se incorpore en otras plantas y se está valorando introducirlo en otras empresas del grupo Toyota y la concesión de licencias de esta tecnología a otras compañías.
El nuevo pulverizador, el primero de su clase en el mundo, utiliza electricidad estática en lugar de aire y sustituirá a los pulverizadores de pintura de aire convencionales empleados en los procesos de pintado de las carrocerías de los vehículos. Gracias a este cambio, alcanza una eficiencia de revestimiento (la cantidad de pintura pulverizada respecto a la cantidad que se adhiere a la carrocería del vehículo) superior al 95%, la más alta del mundo, cuando la eficiencia convencional ronda el 60 o 70%.Además, el dispositivo de recogida situado en la parte inferior de la cabina de pintura (la zona donde se pulveriza la pintura) puede hacerse más compacto, permitiendo que las líneas de producción de pintura sean más compactas en el futuro.