15/01/2020 08:23:14

Las aseguradoras concentran su inversión en activos privados y sostenibilidad

Encuesta a Inversores Institucionales 2019 de Schroders

La confianza de las aseguradoras en la obtención de las rentabilidades esperadas ha caído por segundo año consecutivo. Solo la mitad de las aseguradoras encuestadas se muestran confiadas en poder cumplir sus objetivos de inversión, según ha puesto de manifiesto nuestra última Encuesta a Inversores Institucionales.

El estudio, que encuestó a 156 aseguradoras de 20 regiones diferentes en todo el mundo, con activos valorados en 9,8 billones de dólares, reveló que sólo el 51% de las aseguradoras esperan cumplir con sus expectativas de rentabilidad. Esta cifra ha disminuido desde el 54% de 2018 y del 61% de 2017.

Este cambio refleja un contexto macroeconómico más incierto, en el que las aseguradoras esperan que la rentabilidad de sus inversiones se vea cada vez más afectada por la política y los acontecimientos mundiales, así como por una desaceleración económica mundial. 

A pesar de estos retos, el 57% de las aseguradoras -el mismo porcentaje que hace un año- esperan alcanzar una rentabilidad media anualizada en sus inversiones de entre 5-9% en los próximos cinco años, por debajo del 65% de las aseguradoras que esperaban esas rentabilidades en 2017. De hecho, las aseguradoras fueron de media las menos optimistas en la categoría de inversores institucionales. Las aseguradoras europeas son las más optimistas, con un 10% de ellas esperando obtener rentabilidades superiores al 10% anual en el próximo lustro. En cambio, ninguna aseguradora de Asia-Pacífico espera obtener retornos tan elevados, solo un 2% de las de Norteamérica y un 7% de Latinoamérica. De hecho, las aseguradoras fueron, en promedio global, la categoría menos optimista de los inversores institucionales encuestados.

Además, el 70% de las aseguradoras se sintieron cómodas invirtiendo a través de nuevos instrumentos financieros y clases de activos, frente al 66% de hace un año. Esta tendencia a la diversificación se ve reforzada en un 36% con la expectativa de aumentar sus asignaciones a activos privados en más de un 5% en los próximos tres años, debido a la necesidad de diversificar sus carteras y generar mayores retornos, que son los principales impulsores de este cambio.

Dentro de los activos privados, se prevé que el private equity y las acciones de las empresas de infraestructuras generen las rentabilidades más elevadas en los próximos 12 meses. Además, la deuda privada y el private equity son las clases de activos a las que las aseguradoras prevén asignar más dinero en los próximos tres años.

La sostenibilidad es también un tema que está ganando relevancia rápidamente para las aseguradoras, con más de tres cuartas partes de ellas (78%) esperando que desempeñe un papel más importante en sus carteras durante los próximos cinco años. En este sentido, la renta variable sigue siendo la clase de activos que se consideran más adecuada para implementar la sostenibilidad en la cartera.

Además, en la actualidad, el cambio climático es considerado el compromiso más importante, por delante de las estrategias corporativas y el soborno y la corrupción, lo que refleja el mayor énfasis de los reguladores en la forma en que las aseguradoras gestionan los riesgos de sostenibilidad.   

Gavin Ralston, responsable de Gestión de Activos de Seguros de Schroders, comenta: "Las aseguradoras podrían experimentar un déjà vu en 2020, pues muchas de las incertidumbres geopolíticas de hace un año continúan, por lo que no es sorprendente que esto siga afectando a su confianza inversora. Sin embargo, es alentador que, a pesar de estos desafíos, las aseguradoras no tengan miedo de diversificar sus carteras de inversión. Los activos privados, en particular los de capital riesgo y los de infraestructuras, son cada vez más demandados, con el estímulo añadido de un mejor tratamiento fiscal en Europa para las inversiones de capital a largo plazo. Asimismo, estos resultados de la encuesta subrayan que el enfoque en la sostenibilidad no es una moda. Es un tema clave para los reguladores y las aseguradoras, por lo que los gestores de activos deben tomar nota de ello. Deben trabajar en coordinación con sus clientes de seguros para ayudarles a navegar en este contexto económico incierto, al tiempo que aumentan su exposición a activos privados y cumplen con sus objetivos de inversión sostenible".

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