Según explicó Moratinos, “el año 2018 ha demostrado que los ODS avanzan lentamente, pero no al ritmo necesario”. Como muestra de estos avances, el presidente de REDS afirmó que “el nuevo gobierno ha entrado con fuerza y determinación para hacer de esta agenda sostenible uno de los pilares de su actuación política”. Según Moratinos, lo muestran los hechos y las políticas llevadas a cabo como la creación del Ministerio de Transición Ecológica o la creación del Alto Comisionado para la Agenda 2030.
Por otra parte, destacó que la empresa española es “favorable a la sostenibilidad”. Mientras que en “los años 2010 y 2011 todavía había reticencias y actitudes de rechazo y el medio ambiente y la economía verde se veían como un freno a la productividad y la competitividad, hoy en día las empresas están de acuerdo que tienen que integrar su política de sostenibilidad a sus prácticas comerciales. No está todo conseguido, pero se ha avanzado mucho”, afirmó.
Pero a pesar de estos avances, el presidente de REDS se mostró preocupado porque “la evolución no va en la buena dirección. Va demasiado lenta” y añadió que solo se podrá cumplir con la Agenda 2030 “si contamos con paz y seguridad, tenemos los recursos y las acciones necesarias y si nos centramos en el ODS 17. Sin alianzas, sin involucrarnos todos en este objetivo común de salvar el planeta y la propia existencia de nuestra sociedad, no seremos capaces de poner en marcha este mundo mejor”, aseveró.
La edición 2018 del SDG Index, titulada “Responsabilidades globales: implementando los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, es la tercera edición de este balance anual elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) y la fundación Bertelsmann Stiftung. El SDG Index – un ranking mundial que mide el avance de los ODS en 193 países – está encabezado por Suecia, Dinamarca y Finlandia. Estos tres países escandinavos están en el buen camino para lograr los ODS, pero aún les queda mucho trabajo para alcanzarlos en el 2030. Alemania y Francia son los únicos países del G7 en los diez primeros puestos, y Estados Unidos cae hasta la posición 35. La República Democrática de Congo, Chad y la República Centroafricana están en los últimos puestos del ranking. España se encuentra en el puesto 25. El resultado no es comparable con la edición anterior – en la que ocupábamos el mismo puesto – ya que el índice de 2018 incluye nuevos datos e indicadores.
En el caso de España, nuestro país no aprueba ninguno de los 17 ODS, puntuando especialmente bajo en los Objetivos 9 (innovación), 12 (consumo y producción), 13 (cambio climático) y 14 (vida submarina). Sin embargo, España muestra una tendencia positiva en cinco de ellos (salud, igualdad de género, gestión del agua, energía y acción climática). El informe también muestra, en el análisis de tendencia, que estamos retrocediendo en los Objetivos relativos a la lucha contra las desigualdades y en las alianzas para lograr los ODS.
Los datos muestran que el estancamiento de la Ayuda Oficial al Desarrollo y de la inversión en investigación, la elevada tasa de desempleo o la falta de una estrategia activa para la protección del océano, afectan a los resultados de España en relación a la escena internacional y, en particular, con otros países de la Unión Europea. De estos, los mejores situados son Alemania y Francia, en las posiciones 4ª y 5ª respectivamente.