La terapia con caballos ejerce una influencia positiva en la autonomía de los niños que presentan este tipo el Trastorno del Espectro Autista (TEA), mejorando su calidad de vida y facilitándoles su integración social. Además, practicar este tipo de actividad desencadena mejoras en el área motora, cognitiva, emocional, sensorial y social de estos niños.
Conscientes de esta realidad, Merck y la Fundación Merck Salud asumieron el compromiso de financiar íntegramente esta terapia, incorporándola a su Plan de Voluntariado 2017. Además de su contribución económica, un grupo formado por más de 20 voluntarios de Merck se ha implicado personalmente en esta actividad, acompañando a estos niños y sus familiares durante las dos horas de duración de la terapia, organizada por la Asociación AL PASO Terapias Ecuestres.
“Desde nuestra perspectiva de una familia que tiene entre sus miembros a una persona con autismo, a veces nos resulta complicado acceder a actividades que se disfruten en familia. Gracias a los voluntarios de Merck pudimos conseguir este objetivo durante unas horas”, asegura Ana Sanz, presidente de NorTEA.
Por su parte, Ana Polanco, directora de Corporate Affairs de Merck y una de las voluntarias que han participado en esta actividad, explica que “más allá de la responsabilidad" que tienen con los pacientes de las áreas terapéuticas que cubrimos, "resulta realmente satisfactorio tener la oportunidad de mejorar el bienestar y la calidad de vida de otros colectivos que necesitan ayuda”.
