Óscar Velásquez, de 60 años y una vida dedicada al cultivo de cacao, es uno de los 50 clientes de la Fundación Microfinanzas BBVA dedicados esta producción en el distrito de Bellavista, en la provincia peruana de Jaén.
Además ha sido uno de los seleccionados para acompañar a Jordi Roca, considerado el mejor repostero del mundo, para que conociera el trabajo de recuperación de las variedades autóctonas de cacao. Y es que, según relata, una empresa comenzó a cultivar una variedad de cacao importada de Brasil, que trajo consigo plagas y enfermedades, haciendo desaparecer todos los árboles.
A través de su experiencia, el repostero de El Celler de Can Roca pudo conocer también de qué manera contribuye la Fundación Microfinanzas BBVA a estos agricultores locales ya que, con el primer préstamo de Financiera Confianza, Velásquez creó un pequeño vivero de brotes de cacao nativo de alta calidad, y ahora ayuda a los campesinos a cultivar unos frutos que ambicionan estar entre los mejores del mundo.
Asimismo, el repostero visitó la finca de otro peruano dedicado al cultivo, el de Jorge Troya, que ganó en 2014 un premio tras presentar un fruto que alojaba más de 60 granos en su interior. No obstante, el reto para los agricultores es unirse para comercializar directamente su cosecha. Por eso, Velásquez quiere destinar el próximo microcrédito que le conceda la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA al acopio de cacao, para venderlo todos juntos sin intermediarios que cercenen sus ingresos.
Para hablar de futuro y de cómo crear nuevas oportunidades se ha unido al grupo Herly Oblitas, asesor de Financiera Confianza, que dibuja un horizonte lleno de optimismo. “Hay muy buenas expectativas para el cacao, porque los agricultores ya saben que es rentable y ayuda a mejorar la vida de sus familias. A clientes como Óscar, trabajadores y emprendedores, les ayudaremos con microcréditos a más largo plazo, que pueden devolver a plazos coincidiendo con las épocas de producción”.