22/05/2017 08:30:00

'El calendario de la transición energética lo marca el cambio climático'

La Fundación Alernativas organiza el encuentro: ¿Es posible una transición energética limpia en España? Barreras y oportunidades

La transición hacia una energía limpia en España no sólo es posible sino necesaria. Pero hay mucho que cambiar y mejorar para lograr una economía descarbonizada en 2050, año que la UE se ha marcado para reducir los gases de efecto invernadero entre un 80% y un 95% respecto al nivel de 1990, como establece el Acuerdo de París. Prueba de ello es que el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen energético en España proceden del consumo de productos petrolíferos y de la generación eléctrica. Esto supone 240 millones de toneladas de CO2, a las que hay que añadir 82 millones de toneladas de emisiones de origen no energético. En total, España produce anualmente 322 millones de toneladas de CO2.

La Fundación Alternativas organizó un encuentro, titulado ‘¿Es posible una transición energética limpia en España? Barreras y oportunidades’, en el que se dieron cita importantes expertos en la materia y donde se analizaron los aspectos más destacados para que las energías renovables sean una realidad plena más pronto que tarde.

El evento, que se llevó a cabo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, moderado por Ana Belén Sánchez, coordinadora de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas, fue inaugurado por Carlos Carnero, director gerente de la Fundación Alternativas, quien aseguró que “España tiene que asumir responsabilidades”, ya que “cuenta con las condiciones” para afrontar los restos ambientales que la UE demanda, y se mostró “sin miedo, pero con esperanza” de cara a los compromisos de 2050.

Por su parte, Mikkel Larsen, agregado de Comunicación de la Embajada de Dinamarca -nación pionera en transición energética-, comentó que la clave del éxito de su país se basa en “una visión estratégica a largo plazo, políticas de consenso en un Estado que lleva cien años sin mayorías absolutas, y una ciudadanía implicada y participativa”.

Dinamarca se han marcado conseguir en 2050 que el 100% de su energía proceda de fuentes renovables. Actualmente, la cuota de energías limpias en el mix energético del país es del 56%, siendo líder indiscutible la eólica con el 41% del total. Sin embargo, aún les pesan los fósiles, con una participación del 44% (datos de 2015), informa Laura Ojea, del Periódico de la Energía.

España tiene un sistema energético del 80% basado en combustibles fósiles y energía nuclear, y cambiar todas estas infraestructuras requerirá importantes inversiones, décadas de transición y resolver simultánea y adecuadamente el ‘trilema’ energético: sostenibilidad ambiental, sostenibilidad económica y seguridad de suministro.

Álvaro Espino, agregado de Energía de la Embajada de Francia, destacó que la ley de transición energética del país vecino generará 180.000 nuevos puestos de trabajo, pero el éxito de la normativa dependerá del “consenso político, una hoja de ruta realista, la implicación de los actores y la definición de unos objetivos cuantitativos”.

Fernando Ferrando, vicepresidente de la Fundación Renovables, advirtió que para alcanzar los objetivos de 2050 “tenemos que ponernos a trabajar ahora, pero carecemos de una planificación energética adecuada”. Según este experto, “en España se asusta al ciudadano con mentiras sobre el gasto energético”, ya que “han aparecido estudios que dicen que si cerramos el carbón la eléctrica se va a disparar, y que si cerramos la nuclear provocaremos en caos”.

La responsable de Soluciones Energéticas de Greenpeace, Sara Pizzinato, apuntó que “el calendario de la transición energética lo marca el cambio climático, y ya vamos con retraso”. Para Pizzinato, la clave está en la “planificación de objetivos y en tomarse muy en serio el calentamiento global, y las decisiones las debe tomar el Estado, no las eléctricas”.

El subdirector de Regulación de Generación, Mercados y Gas de Endesa, José Eduardo Moreda, dijo no ser “pesimista”, y aseguró que “el carbón y la nuclear se van a cerrar ya que las renovables son más baratas, pero aún no se pueden sustituir plenamente por fotovoltaica y eólica, y si nos adelantamos los costes van a ser más altos e innecesarios”; mientras que Alberto Amores, de Monitor Deloitte, declaró: “Todos estamos de acuerdo con el 2050, pero debemos disponer de tecnologías económicamente viables que nos permitan el suministro energético cuando no hay sol o viento”.

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