El informe sobre el Cambio Climático en Cataluña (ICC), en el que han participado 140 científicos y 40 revisores, apunta muchas otras consecuencias derivadas del calentamiento global, que se estima que provoque un aumento de 1,4ºC hacia 2050, como el riesgo de introducción de enfermedades como el dengue, el chicunguña y la malaria o el descenso de las capturas de pesca en hasta un 20% en el periodo 2051-2060.
Según Efe Verde, el ICC prevé también una reducción de la pluviometría cercana al 13% y un fuerte descenso de los recursos hídricos para 2051 (9,4 % en las comarcas pirenaicas, 18,2 % en las del interior y 22 % en las del litoral), un crecimiento de los incendios forestales y el aumento de tramos de playa con vulnerabilidad alta o muy alta, especialmente en el tramo norte de la costa catalana.
El estudio recuerda los efectos presentes del cambio climático, como las 3.500 muertes prematuras anuales por la contaminación del aire en el área metropolitana de Barcelona o que el mar haya aumentado 4 centímetros por decenio desde 1990, e indica que “los menores, los ancianos o con patologías previas y el nivel socioeconómico más bajo” tienden a sufrir más estas consecuencias.
Los escenarios climáticos futuros, según informa el ICC, apuntan a un aumento de las temperaturas extremas, de las olas de calor, de las noches tropicales (especialmente en el litoral y pre litoral), de la torrencialidad y de los días con lluvias muy intensas.
Los ecosistemas podrían ver superada su capacidad de funcionamiento y estructura, a la par que empeorarían los efectos de la contaminación atmosférica a causa del aumento de la temperatura.