La creatividad de los premiados en la XXXI edición de los Premios Francisco Giner de los Ríos, por la Fundación BBVA y el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes parece no tener límites. Con la única ayuda de sus alumnos, estos profesores han sido capaces de diseñar plataformas digitales para ayudar a no quedarse rezagado a un compañero enfermo de cáncer, compartir experiencias con niños de otros países, utilizar el juego y la diversión para convertir un parque de atracciones en un laboratorio de física al aire libre, o para aplicar a la educación infantil los últimos descubrimientos de las neurociencias.
El mejor trabajo, un planetario escolar de bajo coste
Planetario escolar de bajo coste, un proyecto en el que han participado alumnos de ESO y Bachillerato del IES Cristo del Socorro, en Luanco, Asturias, se ha alzado con el Premio Especial al Mejor Trabajo, dotado con 24.000 euros. Los docentes Estrella Pellitero Espina y José Manuel Roces Suárez han conseguido poner a disposición de su centro —y de cualquier otro que quiera aprovechar esta experiencia— un planetario donde observar recreaciones del cielo nocturno bajo una cúpula de 4 metros de diámetro con capacidad para 20 personas y por un coste ínfimo: 350 euros si se dispone de ordenador y proyector de vídeo.
Impulsar el aprendizaje es el objetivo de Estímulo del pensamiento creativo a través de la música, es lo que ha llevado a la iniciativa desarrollada por Paloma Rocafull Vallés y María Aránzazu García Magas en el CEIP Emilio Díaz (Alcañiz, Teruel) a obtener el Premio para la etapa de Educación Infantil, dotado con 15.000 euros.