No hay buenas noticias para el sector de la automoción. Los principales fabricantes de coche diésel están comenzando a asimilar lo que la realidad del mercado está mostrando a modo de cifras. Las ventas de vehículos diésel en Francia descienden un 5% en un año, según publica el diario Le Monde. Una caída que lleva produciéndose desde 2013 y cuya diferencia en ventas ya marca un 20% menos que en 2012, cuando registró el mayor récord (73%).
Tal y como revelaba la agencia de noticias Reuters, grandes marcas como Renault ya habrían avanzado, a través de su director de competitividad, Thierry Bolloré, a sus socios y directivos la posibilidad de la desaparición de este segmento en el sector de la automoción.
Pero no es la única empresa en cuestionarse el futuro del diésel. El presidente de la junta directiva de Volkswagen, Matthias Müller también lo hacía un día antes de que se celebrara la junta general de accionistas de la compañía, y ha afirmado en una entrevista con el diario alemán “Handelsblatt”, recogida por el diario Cinco Días, que a partir de determinado momento Volkswagen se planteará si debe seguir invirtiendo mucho más dinero en el desarrollo del diesel.
Y pese a que aún es pronto, dado que aún no se ha tomado ninguna decisión oficial, hay quienes ya ven en esta posible extinción del diésel un problema mayor, que incluyen cierres de fábricas y despidos en masa, o una oportunidad, ya que la versión eficiente de los vehiculos electricos podría suponer un impulso a la inversión sostenible, necesitando personal cualificado para la producción en masa de estos vehículos y sus consiguentes surtidores de energía.
Unas predicciones que coinciden con la publicación de un estudio por parte de la ONG Transport & Environment, que termina por dar la “estocada final” al mercado de los motores diésel anunciando que, tras un análisis de 230 modelos diferentes, los de Volkswagen serían los que menos gases NOx emitirían. Estos gases son altamente tóxicos y se liberan principalmente en este tipo de motores.
De hecho, Londres ya habría tomado medidas al respecto limitando los accesos de este tipo de vehículos en puntos clave de la ciudad, como una acción por cumplir con el plan de emisiones acordado por la Unión Europea, mucho antes del famosos Brexit. Y no es la única ciudad. Según destacan desde el diario Hoy "el problema de la 'dieselización' del parque automovilístico es que, más allá la conciencia ambiental, cada vez hay más trabas a este tipo de coches. En ciudades como París se han planteado restringir su uso en 2020 y en los parquímetros de Madrid, se les aplica una penalización en las tarifas de estacionamiento regulado"
Por otro lado, el informe desvela que si los modelos de Audi, Seat, Skoda y Volkswagen emitían NOx, de dos a tres veces más del nivel permitido, los analizados por la ONG -Opel, Renault-Nissan, Fiat y Suzuki- lo harían entre 10 y 15 veces más.
Según Transport & Environment, cerca de 29 millones de vehículos equipados con motores diésel circulan en la Unión Europea y todos ellos estarían emitiendo niveles de gases contaminantes superiores a lo permitido por la normativa Euro 6, en vigor desde el 1 de septiembre, que ha reducido de 0,18 a 0,08 gramos de NOx por kilómetro.
También se destaca que, con 5,5 millones de vehículos, Francia encabeza el ranking europeo de volumen de coches diésel que circulan por sus ciudades, seguido de Alemania, Reino Unido, Italia, España y Bélgica.