Aprovechó también para ofrecer información actualizada al Secretario de Estado de los Estado Unidos, John Kerry, sobre el estado del tratado, que entró en vigor en junio. “En 2014 solamente habían ratificado el PSMA 10 países”, señaló Kerry en su discurso en la conferencia. “Entonces todos decidimos – añadió- que podíamos hacerlo mejor y lo conseguimos... porque más de 60 países han ratificado el PSMA y esto es fundamental”.
El Director General de la FAO instó a todos los demás países a seguir el ejemplo y suscribir el tratado. “Necesitamos que todos se suban a bordo. De lo contrario los buques pesqueros ilegales seguirán encontrando la manera de llegar a puerto e introducir sus capturas ilegales en los mercados de los países que no han suscrito el PSMA”, advirtió. Graziano da Silva vinculó la adhesión al tratado con el compromiso de la comunidad internacional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “un contexto en el que nadie puede quedarse rezagado”.
En virtud del tratado, las partes están obligadas a implementar diversas medidas al tiempo que gestionan los puertos que están bajo su control, con el objetivo de detectar la pesca ilegal, impedir la descarga y venta de pescado capturado indebidamente, y garantizar que la información sobre los buques que pescan de forma poco escrupulosa se comparte a nivel mundial.
La FAO ha puesto en marcha un programa mundial para ayudar a los países en la implementación del tratado e instrumentos complementarios, explicó Graziano da Silva. Entre ellos se incluyen las Directrices voluntarias para la actuación del Estado del pabellón, que especifican diversas medidas que los países pueden adoptar para garantizar que los buques que enarbolan su pabellón no incurren en actividades de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
Hasta la fecha, la FAO ha conseguido cinco millones de dólares EEUU para este programa mundial, incluyendo fondos propios de la Organización. La FAO también está colaborando con Google para desarrollar nuevas plataformas y metodologías de investigación que ayuden a los países a mejorar el seguimiento, control y vigilancia de las actividades pesqueras.
Cada año, la pesca INDNR supone capturas de hasta 26 millones de toneladas, con un valor que llega a 23.000 millones de dólares EE.UU. También socava los esfuerzos para garantizar la pesca sostenible y la gestión responsable de las poblaciones de peces en todo el mundo.
En su intervención ante los participantes de la Conferencia “Nuestro Océano”, Graziano da Silva destacó igualmente la necesidad de intensificar el apoyo a la pesca en pequeña escala, de la que dependen los medios de vida de 110 millones de personas, un 97 por ciento de las cuales viven en países en desarrollo. “Es una de las comunidades más pobres del mundo y corre el riesgo de estar más marginada”, dijo.
En este sentido hizo un llamamiento para que los donantes respalden una iniciativa en curso de la FAO que tiene como objetivo proporcionar apoyo en materia de políticas, promover el intercambio de experiencias, y empoderar a las pequeñas comunidades pesqueras en el contexto de la erradicación de la pobreza. Ya se han obtenido unos 2,5 millones de dólares EEUU para este fin, pero se necesita más apoyo.