Aunque la mayoría de los museos sigue en la categoría de opacos (37) en esta edición cinco de ellos han ascendido de rango (cuatro a translúcidos y uno a transparentes), denotando un significativo incremento de información publicada en la web.
Los museos que más han progresado en este año son la Fundación Díaz Caneja, que suma diez puntos más respecto a la pasada edición; el Centro Atlántico de Arte Moderno, con un incremento de ocho puntos, y el Museo de Bellas Artes de Asturias, con otros ocho puntos más que la edición pasada. Por su parte, tanto el Museo Nacional del Prado como el Museo Vasco de Arte Contemporáneo-Artium han perdido su categoría de museos transparentes y se clasifican este año como translúcidos.
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, los museos españoles han mejorado globalmente en prácticamente todas las áreas analizadas. Dentro del capítulo de prácticas de buen gobierno, el informe destaca la aprobación del Código ético y de buenas prácticas que ha elaborado y publicado el Museo Guggenheim Bilbao este año; el documento regula por primera vez en España las políticas y los conflictos éticos relacionados con la gestión de la colección. En el Código, entre otras cuestiones, se fijan criterios de conducta sobre la exposición de las obras, el respeto a las audiencias y el público o la gestión de los posibles conflictos de intereses.