En octubre de 2014, la Unidad de Paliativos de la Fundación Jiménez Díaz se presentó al concurso público de la Obra Social “la Caixa” consiguiendo así un EAPS que comparte con primaria para apoyo domiciliario. Se coloca así entre los hospitales más completos en la atención paliativa de la Comunidad de Madrid. Desde su puesta en marcha en enero de 2015, el EAPS de la Fundación Jiménez Díaz ha atendido a 872 pacientes y a 1.352 familiares de Madrid.
Formado por cuatro psicólogos y un trabajador social, el equipo ofrece asistencia en distintos centros y ámbitos de actuación, tales como el Hospital Fundación Jiménez Díaz (Unidad de Cuidados paliativos); el Hospital Universitario Infanta Elena (Equipo de Soporte Hospitalario de cuidados paliativos), en Valdemoro; el Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Equipo de Soporte Hospitalario de cuidados paliativos), en Móstoles; el Equipo de Soporte de atención domiciliaria: ESAPD Área Legazpi (Zona Noroeste) y el Equipo de Soporte de atención domiciliaria: Equipo ESAPD Área Leganés (Zona Sur).
Tras una trayectoria de siete años, la Obra Social ”la Caixa” ha visto cómo crecía su Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, a fin de atender a un mayor número de personas que se encuentran al final de su vida y a sus familiares. Hoy está implementado en 109 hospitales de toda España y en 126 unidades de apoyo domiciliario, a través de 42 equipos de atención psicosocial (EAPS) formados por psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos, agentes
pastorales y voluntarios. Desde su puesta en marcha en 2009, el programa ha atendido a 90.000 pacientes y 131.000 familiares en todo el Estado español, con una acogida y una valoración muy buenas por parte de pacientes, familiares y comunidad médica.
Con este programa, enmarcado en la Estrategia en Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, la entidad quiere completar el modelo actual de atención a personas con enfermedades avanzadas, con el fin de proporcionar una atención integral que tenga en cuenta los aspectos psicosociales; es decir, tanto el apoyo social, emocional y espiritual al paciente y a sus familiares, como la atención al duelo, el apoyo a los profesionales de cuidados paliativos y el acompañamiento a cargo de voluntarios.
La evaluación científica del proyecto, llevada a cabo sobre una muestra de más de 60.000 pacientes a lo largo de cuatro años, concluye que la atención psicosocial que proporciona el programa mejora en el 90% las necesidades y los síntomas provocados por la enfermedad, que perjudican el estado anímico y psicológico de los enfermos atendidos.