Pese a las habilidades memorísticas, en cálculo mental o en tareas repetitivas que acostumbran a caracterizar las personas afectadas por TEA ‒y que son muy superiores a la media de la población‒, según la asociación Autism Europe entre un 76% y un 90% de los adultos con estos trastornos están en paro. "El autismo no implica hablar necesariamente de déficit", deja claro la profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC Rosa Maria Miró, con motivo del Día Mundial de la Concienciación del Autismo (2 de abril). "De hecho ‒añade‒, el desarrollo cognitivo de las personas que lo tienen puede ser 'totalmente normal' pero con capacidades excepcionales en áreas específicas."
Estas "supercapacidades" apenas empiezan a ser visibles para las grandes multinacionales. Es el caso de Hewlett-Packard, Microsoft, Oliver Wyman o Towers Watson, que han iniciado la incorporación de autistas a sus plantillas. "Su productividad detectando errores en el software es entre un 20% y un 56% superior a la de otras personas», reconocía Rajesh Anandan, director de la empresa ULTRA Testing, que se dedica a la prueba de software, en una jornada celebrada en la ONU justo hace un año para reivindicar el derecho al trabajo de este colectivo.
De hecho, el 80% de la plantilla de Ultra Testing tiene algún TEA. "Pueden ser personas muy buenas en ámbitos como informática; clasificación de documentos; tareas muy repetitivas; trabajos con procesamientos visuales potentes, como delineantes; o en habilidades numéricas, como los contables", explica Cristina Vall-llosera, también profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.
En Cataluña hace un par de años se ubicó en Sant Cugat del Vallès la empresa social Specialisterne, que se encarga de ofrecer formación y oportunidades de trabajo dentro del ámbito de tecnologías de la información a personas con TEA. Este modelo ya funciona con éxito en Dinamarca, Estados Unidos o Inglaterra