El plan se inicia este 2015 y se irá ampliando gradualmente hasta que, en 2018, coincidiendo con la culminación del Plan Estratégico 2015-2018, se consiga el objetivo de compensar el impacto ambiental que, según los los medidores de la huella de carbono de los estudios que realiza CaixaBank, produce la actividad de toda la entidad. En 2014, CaixaBank compensó las emisiones de CO2 correspondientes al impacto ambiental de los servicios centrales.
Para garantizar la compensación de emisiones, CaixaBank aplicará la metodología internacional certificada por el sello Clean CO2, que asegura que la entidad hace una contribución a la generación de energías limpias de un volumen equivalente al impacto ambiental que genera con su actividad.
Por este motivo, CaixaBank aportará financiación al Proyecto Mariposas, situado en Chile, con el que se está construyendo una planta hidroeléctrica para generar una media de 40 gigawatios de electricidad renovable al año. La infraestructura, tal y como requieren los estándares de compensación de emisiones, está reconocido por el Verified Carbon Standard (VCS).
CaixaBank ha elegido este proyecto por su importancia en la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero, ya que permitirá aumentar la cantidad de energía renovable disponible en la red eléctrica y reducir el uso de combustibles fósiles.