El informe recoge la opinión de más de 100 ejecutivos de compañías globales sobre la fijación de precios del carbono, el impacto que esta regulación tiene en las estrategias empresariales y las reglamentaciones necesarias al respecto. En este sentido, sólo el 7% de los ejecutivos consultados se muestra en contra de esta regulación, el 45% mantiene una posición neutral; mientras que el 48% afirma estar a favor.
Por regiones, el estudio destaca un apoyo generalizado a esta regulación, especialmente en Europa y los países emergentes. En el viejo continente, el 64% de los encuestados está favor de la fijación de precios, el 31% se muestra neutral y apenas el 5% en contra. En los países emergentes, el 59% es favorable a esta medida, el 34% es neutral y el 7% se declara contrario.
En cambio, en EE.UU. la concienciación en torno a esta cuestión medioambiental es menor, y el 73% de los ejecutivos participantes en la encuesta se sitúa en una posición neutral, el 18% a favor y el 9% en contra.
La relevancia sobre la fijación de precios de carbono crecerá en los próximos años. Según el informe, en aquellos países donde todavía no se ha implementado este mecanismo de precios, el 73% de los encuestados prevén que se establezca en los próximos cinco años.
“El precio del carbono es una cuestión que siempre genera debate dentro de la comunidad empresarial. Mientras que muchas grandes empresas reconocen que el precio del carbono contribuiría a reducir las emisiones, otros tantos demandan un método armonizado, fiable y transparente que permita su implantación con rigor y disciplina”, explica Juan Costa, Socio Responsable de Servicios de Sostenibilidad y Cambio Climático de EY.
El informe pone de manifiesto que la fijación de los precios del carbono podría tener un impacto positivo en las compañías. Así, el 78% de los encuestados cree que esta regulación tendría un impacto favorable en el fomento de la innovación, lo que sugiere que la fijación de los precios del carbono puede impulsar el desarrollo de iniciativas beneficiosas en términos de rendimiento y no sólo de cumplimiento. El 81% afirma que tendría un efecto positivo en las oportunidades de crecimiento sostenible y casi la mitad de los ejecutivos, el 49%, opina que los precios del carbono serían positivos para mejorar su competitividad.
Sin embargo, las principales razones que han llevado a las empresas a considerar la implementación de una estrategia de precios del carbono son: el cumplimiento de requisitos regulatorios (33%), la alineación con la estrategia y los valores de la compañía (29%), un esfuerzo global de normalización (19%) y, por último, entender mejor el impacto de la futura regulación de carbono (12%).
Las grandes compañías están aumentando sus esfuerzos para reducir sus emisiones de CO2. En este sentido, tres cuartos de los encuestados realiza comparaciones de sus emisiones de CO2 con la media de su industria. El mismo porcentaje de directivos consultados afirma que su compañía está invirtiendo en tecnologías bajas en carbono, y el 60% ha asumido algún tipo de compromiso relacionado con las energías renovables. Estos resultados suponen un cambio significativo con la actitud mostrada por muchos directivos hasta hace apenas unos años.
De forma general, el 55% de los ejecutivos encuestados confía en que las negociaciones durante la cumbre puedan conducir a un sistema de fijación de precios del carbono, frente al 45% que no lo cree. Las respuestas pesimistas provienen, especialmente, de directivos consultados de EEUU, donde el 67% no confía en la consecución de este objetivo. Además, el 68% de los encuestados afirma que la tarea de dirigir la lucha contra el cambio climático debe recaer principalmente en los gobiernos nacionales.
Según el estudio, la capacidad de identificar los riesgos y las posibilidades de las nuevas políticas del mercado del carbono es clave para las empresas globales. El informe de EY identifica varios pasos claves que se pueden implementar para adaptarse a este entorno cambiante. Se trata de la incorporación de evaluaciones sobre oportunidades y peligros del carbono en la estrategia corporativa, establecer un proceso de reporte sobre el carbono, comprometerse con los objetivos de reducción, comunicar los resultados y establecer un precio interno del carbono.