En este sentido, García Martín señaló que se trata de una actuación que responde al objetivo del Gobierno de impulsar y apoyar “el desarrollo de las prácticas responsables de las organizaciones públicas y privadas con el fin de conseguir una transformación hacia una sociedad y una economía más productiva, sostenible e integradora”.
Se trata además de una medida que está incluida en la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas la cual se vertebra en torno a 10 líneas de actuación que son las siguientes:
García Martín explicó que “se trata de una Estrategia que pretende crear un marco de referencia común en todo el territorio para el desarrollo de actuaciones en materia de responsabilidad social”. En concreto, en referencia al sector financiero y asegurador, señaló que es fundamental que las entidades que lo componen recuperen la confianza para poder superar el anterior temporal de crisis e iniciar la recuperación. En este sentido, se refirió a la transparencia como uno de los mecanismos fundamentales para conseguirlo y añadió que “es muy probable que si los criterios de la RSE hubieran estado más arraigados en los periodos previos a la crisis económica las consecuencias de ésta hubieran sido menos virulentas”.