Estas dos turbinas son capaces de generar, anualmente, 10.000 kWh de electricidad, equivalente, según el comunicado de UGE, a la energía consumida por las áreas comerciales de la primera planta de la propia torre. La instalación está ubicada a 120 metros de altitud, una ubicación que “fue escogida estratégicamente para maximizar la producción de energía”, permitiendo que las turbinas de viento puedan recoger de forma constante los vientos que se producen en la instalación.
“La Torre Eiffel es sin duda el icono arquitectónico de mayor renombre en el mundo, y estamos orgullosos de que nuestra tecnología avanzada fue elegida como uno de los compromisos de la Torre para un futuro más sostenible", explica Nick Blitterswyk, director general de UGE. "Cuando los visitantes de todo el mundo ven las turbinas de viento, estamos un paso más cerca de un mundo alimentado por energía renovable limpia y fiable”, añade en el comunicado.
Reducir impactoLa instalación de estas dos turbinas se realizó dentro de un proyecto más ambicioso de reforma y rehabilitación de la Torre Eiffel y que también contempló otras actuaciones para mejorar la sostenibilidad del monumento. En ese sentido, se han instalado paneles solares montados en el techo de visitantes, una instalación que debe producir el 50% de las necesidades de calefacción de agua de los dos pabellones. También se han instalado bombas de calor y un sistema de recuperación de agua de lluvia.