La isla se encuentra a siete millas de la costa irlandesa y se incluye en la lista de lugares de la Unesco por ser un hábitat y santuario global para varias especies de aves protegidas. En este sentido, la organización ambientalista ha tomado las medidas necesarias para que ningún animal se vea afectado.
Stephen Newton, miembro de Birdwatch Ireland, dijo a la BBC que "esto es algo completamente inapropiado. No creo que se diera el análisis apropiado sobre el impacto que esto va a tener. Nadie puede ver lo que está pasando realmente y las aves podrían dejar la isla si se sienten invadidas por los niveles de sonido y las vibraciones producidas por la grabación".