Hasta cuatro centímetros de largo han alcanzado las larvas en fase juvenil, gracias a la misma tecnología que la compañía emplea para erigir túneles subacuáticos, informa EFE. Un gran logro, fruto de un cálculo técnico de los ingenieros de la empresa sobre corrientes marinas, vientos y otros factores, teniendo en cuenta que las larvas de coral son habitualmente arrastradas por la corriente y sólo sobreviven y crecen las que consiguen agarrarse a las rocas y superficies. También influye la temperatura y la calidad del agua.
El escenario para la cría ha sido la costa de la isla de Miyako, en Okinawa, al sur de Japón. Si el sistema sigue funcionando y Taisei está negociando la posible venta de esta tecnología con el Gobierno central y las autoridades locales niponas, informa EFE.