Miguel es un claro ejemplo de superación, sacrificio y esfuerzo puesto que ha pasado de pesar 167 kilos a prepararse para realizar el próximo mes de septiembre la Ultraman UK en Gales, prueba que consiste en completar 515 km repartidos en tres días: 10km de natación, 421km de bici y 84km de running. “Con mi ejemplo quiero demostrar a las personas que sufren obesidad mórbida que se puede cambiar. Evidentemente no es algo que se logre de un día para otro, yo he tardado cinco años para llegar hasta aquí”, ha afirmado Miguel durante la conferencia, “pero aún así animo a la gente a que se levante y haga algo de deporte. Con algo de constancia, esfuerzo y sacrificio lograrán mejorar su calidad de vida”, añadió. Josep Lluís Layola, por su parte, es un afectado de Esclerosis Múltiple (EM) que ha finalizado una de las pruebas de BTT más duras del mundo, la Titan Desert. “Hace 5 años era incapaz de correr 100 metros o nadar 2 piscinas seguidas pero gracias al deporte hoy me puedo plantear hacer este reto. La práctica deportiva es una buena terapia para superar las discapacidades que genera la EM”, aseguró Layola.
Durante la conferencia, celebrada en el Museo Colet, el alpinista Ferran Latorre, uno de los primeros beneficiarios del reconoció que “las historias de Miguel y José Luis son increíbles”. Y añadió que “hoy me han dado una motivación más para seguir adelante con mi sueño: ser el primer catalán que corona los 14 ocho miles del planeta”. El alpinista, que marcha mañana para afrontar la ascensión del que sería su décima cumbre (el K-2), ha asegurado que su reto es para él “un proyecto de vida”. Por su parte, Ivan Tibau, secretario general de deporte de la Generalitat de Catalunya, ha asegurado que las trayectorias de los becados ilustran el poder que tiene el deporte para "mejorar la salud de las personas, para sentirnos bien", y que, además, permite paliar los efectos de muchas enfermedades.