"Recuerdo que cuando cayó el Telón de Acero se festejó con gritos el triunfo del capitalismo sobre el comunismo", dijo Carlos. "Yo ya entonces pensaba que no era tan simple como eso. Tenía la impresión de que si el mundo de los negocios no consideraba las dimensiones sociales, comunitarias y ambientales de sus acciones, acabaríamos cerrando el círculo", prosiguió.
"Tenemos 18 meses para calibrar la urgencia de la situación a la que hay que hacer frente", afirmó Carlos. "Estamos probablemente ante la última oportunidad efectiva para ponernos de acuerdo e impulsar un pacto multilateral de desarrollo sostenible en el contexto del Acuerdo Marco sobre Cambio Climático de la ONU". El marco sirvió para que Carlos de Inglaterra criticara sin tapujos “la visión cortoplacista de la economía de los mercados financieros” e instó a los empresarios e inversores presentes “a adoptar una visión más amplia del valor de nuestras finanzas”. Fuera del Castillo de Windsor (en la foto), donde reside actualmente, el príncipe británico debatió acerca de la necesidad de “internalizar algunos costes como las emisiones de CO2, el agua, los fertilizantes, la contaminación o la pérdida de biodiversidad”.