El Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés) fue creado en 1991 como un mecanismo financiero multilateral que canaliza recursos para luchar contra los problemas ambientales globales, tales como el cambio climático, la destrucción de la biodiversidad, el agujero en la capa de ozono, la contaminación de aguas internacionales, la degradación de la tierra y los contaminantes orgánicos persistentes. En la primera asamblea celebrada en Nueva Delhi en 1998 el GEF reunió 2.750 millones. La segunda cita tuvo lugar en Pekín cuatro años más tarde (octubre de 2002) y recaudó 2.966 millones. La reunión de Ciudad del Cabo en agosto de 2006 consiguió 3.100 millones y la de Uruguay en 2010 4.250 millones.
En el encuentro de Cancún, el Gobierno mexicano anunció que el país aportará en esta sexta reposición 20 millones de dólares, una cantidad que supone el doble de lo destinado al fondo hace cuatro años. A lo largo de los cinco días de reunión el país sometió a consideración 17 proyectos, en su mayoría enfocados en el sector energético, aunque el titular de la cartera aclara que probablemente incorporarán más en este período. Uno de los objetivos prioritarios de los trabajos es el de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante energías limpias.