En 2011 el gobierno holandés tiró adelante la modificación de una carretera muy transitada entre Den Bosch y Eindhoven, a pesar de que ésta implicaba la afectación de un área Natura 2000 –una red ecológica europea de zonas de conservación de la biodiversidad–. Dado que la ampliación del trazado iba a perjudicar a un hábitat de 6,7 hectáreas de prados de molinias, el gobierno planificó la plantación de las mismas plantas a una zona cercana a la afectada, tal y como informa El País .
Esta semana, sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado que el ejecutivo holandés no actuó correctamente. El fallo sienta un precedente en la UE que remarca que no se puede construir en un espacio Natura 2000 si esto puede afectar al hábitat protegido. Después de la petición de aclaración que hizo el gobierno, el Tribunal de Luxemburgo añadió que la directiva Hábitats no contempla la compensación con posteridad en una zona Natura 2000 como habían planeado.
Los espacios protegidos Natura 2000 abundan a lo largo del continente: en España, sumando los lugares de importancia comunitaria (LIC) y las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) representan el 27% de la extensión del territorio. Ya son muchos los proyectos de carreteras, aeropuertos o urbanizaciones que se han visto frenados por algún área Natura 2000, que pasa por delante de todos los planes excepto aquellos de “interés general”. En este caso –la excepción que confirma la regla– sí que se permiten medidas compensatorias.
Wouter Langhout, portavoz de BirdLife Europa, aseguró que “sustituir un hábitat destruido creándolo en otro lugar es extremadamente complicado, e implica un alto riesgo de pérdida neta de biodiversidad”. “Precisamente por eso –explica– por lo que la directiva Hábitats limita el uso de las medidas compensatorias a casos muy excepcionales”.