Hay tres proyectos en marcha: asfaltar con plásticos reciclados; usar aceites vegetales o subproductos de bioetanol que sustituirían el betún, derivado del petróleo, y una mezcla de asfalto fabricada a una temperatura muy por debajo de la habitual y que permite emitir menos gases de efecto invernadero. Son pruebas, realizadas mayoritariamente en tramos pequeños, pero que pueden llegar a desvelar de cara al futuro la mejor opción de asfaltado de las carreteras de nuestro país, en función del tipo de vía, clima y coste, informa EFE.
Uno de los proyectos, el llamado Polymix, en macha está financiado con fondos europeos y basado en el estudio y la introducción de plásticos reciclados en las vías, como perchas poliestireno, tapones de polipropileno, envases de polietileno y polvo de caucho procedente de neumáticos. Es la primera vez que estas mezclas de asfalto se utilizan en una carretera, informa EFE. Actualmente está activo en cuatro tramos de la M-300. Aseguran que se han podido demostrar las ventajas sobre el asfalto convencional, con mejoras para el medio ambiente y un más fácil mantenimiento de la carretera. Éste proceso permite reducir el volumen de materia prima empleada en su fabricación y proporciona nuevas vías de reutilización para grandes volúmenes de residuos plásticos a través de un método sencillo que se puede incorporar a cualquier planta asfáltica.
Además de estos tres proyectos, EFE destaca el reciclado del asfalto “in situ”, una práctica que ya se realiza desde hace años y permite la reutilización del asfalto que se levanta al arreglar las vías, evitando que éste acabe en el vertedero.