El proceso se ha realizado a través del cálculo de las emisiones del banco, procedentes de sus actividades de transporte y instalaciones asociadas al consumo de energía. Este cálculo ha sido posteriormente verificado por una entidad independiente, y, finalmente, el Banco Popular ha compensado sus emisiones con una aportación a uno de los proyectos de la iniciativa Cero CO2, ‘Scolel te’, localizado en Chiapas, México.
‘Scolel te’, proyecto cuya transparencia ha sido verificada por el estándar de la Fundación Plan Vivo, tiene por objetivo principal combatir el cambio climático y reducir la deforestación de la zona. A través de la implementación de sistemas agroforestales, se implica a pequeños productores, a un total de 2.437, y se generan impactos positivos en áreas rurales a nivel social, económico y ambiental. Por un lado, la aportación del banco supone un aumento de los ingresos familiares estos pequeños productores y, por otro, se protege de manera efectiva la biodiversidad, los suelos y las fuentes de agua.
Según destaca el Banco Popular, el proyecto es cuestión se incluye dentro de su estrategia de Responsabilidad Corporativa, que tiene por objetivo “armonizar el desarrollo de la actividad del Grupo de forma responsable con el entorno que le rodea”.
