Las cinco claves para una política más humana
El movimiento para el impulso del Comercio Justo insta a los futuros eurodiputados a comprometerse con una serie de demandas para las próximas elecciones europeas que se celebrarán del 22 al 25 de mayo. Resumen sus reivindicaciones en 5 puntos:
1. Promover una economía y un comercio que permita a las personas y a todo el mundo tener una vida digna y sostenible.
2. Impulsar un marco de acción europeo para hacer frente a los abusos de las cadenas comerciales y las empresas distribuidoras, evitando así posibles violaciones de los Derechos Humanos de los trabajadores.
3. Impulsar incentivos de mercado para que los productores comercialicen bajo condiciones justas y crear mercados justos.
4. Apoyar un ‘Mandato Comercial Alternativo’ para que la política comercial de la UE permita incrementar el bienestar económico, social y medioambiental en todo el mundo. En este sentido, destacan la necesidad de una política debatida de forma democrática y transparente que responda al interés general y no a los intereses de poderosos lobbies empresariales.
5. El desarrollo de una estrategia europea por el Comercio Justo, para promover buenas prácticas y la coordinación de actividades de apoyo a este movimiento a escala local, regional y estatal, tal y como ha solicitado el Comité de las Regiones.
Malas prácticas comerciales
El manifiesto hace referencia explícita a los trágicos acontecimientos del derrumbamiento de la fábrica textil en Rana Plaza de Bangladesh, en el que murieron 1.129 personas, o el naufragio de 500 inmigrantes en la isla de Lampedusa el pasado octubre. Hechos que, según CECJ, evidencian la grave situación que padecen algunos colectivos que llegan a arriesgar sus vidas para un futuro mejor. Destacan la necesidad de “un mundo en el cual la justicia y el desarrollo sostenible estén en el corazón de las estructuras y prácticas comerciales, de forma que cada cual, a través de su trabajo, pueda tener una vida digna y decente y desplegar todo su potencial humano”. Por su parte, la labor de las organizaciones de Comercio Justo y las de consumidores responsables “están activamente comprometidas en el apoyo a los grupos productores y en el desarrollo de acciones de sensibilización y campañas de denuncia con el objetivo de cambiar las reglas y prácticas del comercio internacional dominante”.
Junto al manifiesto, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo ha enviado a los representantes políticos la publicación ‘Qué justicia comercial para qué Unión Europea’, donde se analiza el contexto europeo y se proponen alternativas. Según la CECJ, el modelo comercial europeo tiene consecuencias negativas como “la sobreproducción, el deterioro medioambiental, prácticas de ‘dumping’ (o competencia desleal), o la destrucción de la agricultura familiar y de pequeña escala”.