Puesto que su padre tenía una sidrería, el joven está dispuesto a ayudar regalando una cafetera profesional a una pareja que necesita ayuda para tirar adelante su negocio. Sin embargo, solo está dispuesto a hacerlo si la presentadora ayuda también, dando 400 euros de los 1.400 que cobra cada día. "Me he propuesto ayudar siempre y cuando tú dones 400 euros de los 1.400 que cobras todos los días. Me parece muy fuerte que cobres esa cantidad en un programa que es para ayudar a la gente", le espetó.
La presentadora, entre sorprendida y ofendida, intenta salir del paso como puede. "No pasa nada. Esperaba esta llamada. Me parece bien que tengas la valentía de no colgarme el teléfono", le contesta inicialmente, en referencia a los trabajadores sociales que entraron en directo para criticar el modelo de programa, afirmando que era el Estado quien debía hacerse cargo de estas necesidades.
Luego Moreno entra al tema en cuestión, relativamente. "No voy a hablar de mi sueldo. Nunca he dicho que estuviera aquí sin cobrar, hago mi trabajo y me pagan por ello. Llevo trabajando desde los 14 años. La gente de mi pueblo lo sabe. Lo que me ha costado y sobre todo lo en serio que me tomo mi trabajo. Trabajo y me pagan e intento hacer mi trabajo de forma honrada. Yo no cuestiono lo que tú ganas", añadió tratando de justificar un sueldo difícilmente justificable.
Terminada la llamada, la presentadora seguía dándole vueltas al asunto. Y eligió el camino de elogiar su programa, definiéndolo como el más abierto de la parrilla: "Entre todos es el programa más abierto de la televisión. Todo el mundo que quiere puede entrar y decir lo que es quiere porque la televisión pública es de todos. Utilizamos este espacio para ayudarnos entre todos. Me siento muy útil".
