Según cuenta la web The Mac Observer, el rifirrafe se inició cuando un accionista perteneciente al NCPPR, un grupo político conservador norteamericano que niega la existencia del cambio climático, pidió a Tim Cook que explicase claramente cuánto le cuestan a Apple sus políticas medioambientales y le instó a abandonar aquellas inversiones que no generen beneficios.
La respuesta de Tim Cook fue contundente. "Hacemos un montón de cosas más allá del ánimo de lucro, pues queremos dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos. ¿Y qué si a alguno de los accionistas no le gusta? Que vendan entonces sus acciones", afirmó Cook. "Cuando trabajamos en hacer nuestros dispositivos accesibles para los ciegos, no considero el maldito retorno de la inversión", añadió el CEO de Apple.
Tal y como recuerda la publicación Business Green, bajo el liderazgo de Cook, Apple ha intensificado su compromiso de frenar su impacto ambiental, se ha marcado como objetivo que a medio plazo el 100% de la energía que utiliza provenga de fuentes renovables, así como acabar con el uso de los minerales extraídos en la República Democrática del Congo (RDC), responsables de la financiación de guerras y de abusos contra los derechos humanos.
