“Entre sus contribuciones fundamentales -afirma el acta- se incluyen conceptos altamente innovadores como la co-evolución, la dinámica de metapoblaciones, los servicios ecosistémicos o el papel que desempeñan los seres humanos en la sostenibilidad ecológica”. Estas contribuciones proceden tanto de trabajos teóricos como de resultados experimentales: “Soy un biólogo con mucho interés en la teoría o un teórico al que le gusta poner a prueba sus teorías con experimentos”, se definía él mismo ayer al recibir la noticia del premio.
El trabajo de Ehrlich ha sido fundamental para abordar una de las preguntas claves en ecología: ¿cuál es la razón de que existan tantas especies en el planeta?. En 1964 Ehrlich desveló un importante mecanismo para dar respuesta a ello, en un artículo publicado en la revista Evolution que escribió junto con su colega Peter H. Raven. Una de las causas principales de la gran biodiversidad de la vida en la Tierra, apuntaron, es la co-evolución, es decir, las interacciones que tienen lugar entre diferentes tipos de organismos sin que medie intercambio genético, y propusieron un mecanismo por el que este proceso habría contribuido a la enorme diversidad de especies de plantas e insectos.
“El profesor Ehrlich avanzó la idea seminal de que las interacciones de las plantas y los herbívoros configuran la historia evolutiva de las especies como un motor para la generación de diversidad”, señala el acta del jurado.