Según publica El Confidencial, la investigación interna ha terminado precisamente con el despido de su máximo jefe de construcción para el mercado español, A.L.Q., un alto directivo que llevaba más de una década vinculado con la cadena de comida rápida. La auditoría habría demostrado que este trabajador tenía negocios personales con algunos de los principales proveedores del departamento que él mismo dirigía, unas relaciones que contravienen las normas de la empresa.
Además, el directivo habría favorecido a esas compañías de las que era socio en detrimento de otros proveedores con precios más competitivos en numerosos concursos de adjudicación de las obras de construcción y reforma de los restaurantes de McDonald's. Según las mismas fuentes, la mayor parte de los encargos eran adjudicados curiosamente a las firmas que tenían una relación comercial con el empleado ahora despedido.
La aparición de las primeras sospechas hace tres meses obligó a la multinacional estadounidense a paralizar su ambicioso plan de expansión en territorio español hasta que no se conocieran todas las ramificaciones de esta presunta trama. De hecho, McDonald's decidió suspender su último gran concurso de adjudicación, que tenía que haberse celebrado el pasado mes de noviembre.
Hace sólo unos días, McDonald's ha dado por concluida su auditoría interna, ha despedido a su jefe de construcción, ha dejado de trabajar con todas las empresas que mantenían supuestas relaciones preferentes con él y ha declarado válido el concurso de noviembre. La multinacional ha adjudicado sus nuevos contratos a proveedores que no tenían ningún vínculo con su exdirectivo.