En un contexto en el que la calidad directiva ha descendido notablemente en España al caer desde el 27º puesto en 2008 al 51º en el año actual, 2014, las empresas lideradas por mujeres rompen esta tendencia, puesto que las mujeres al frente de las empresas son capaces de “marcar la pauta”, “hacer equipo” e “infundir energía” y generalmente poseen cualidades, no presentes en el estereotipo de dirección masculina: son capaces de mandar y de gestionar pero también de cohesionar, pedir sugerencias, orientar, capacitar y representar las mejores prácticas laborales.
Cuando son las mujeres las que lideran todas estas cualidades se traducen en un modelo de trabajo en el que prima “una negociación más generosa” puesto que las mujeres son “más tendentes a colaborar y están más motivadas para crear situaciones de beneficio mutuo en el entorno de la empresa”.
Cubeiro realizó estas afirmaciones en el decurso de una conferencia ante un grupo de 20 mujeres directivas alumnas del programa Mujer y Liderazgo, promovido por la Escuela de Negocios Aliter.