Los beneficiarios de este proyecto son más de 2.200 personas que viven en condiciones realmente difíciles, dedicadas a la agricultura sedentaria, principalmente el mijo, y algo de ganadería. La aldea también recibe en temporada a los pastores trashumantes de la etnia “Peulh”.
La construcción del pozo que se ejecutará en unos tres meses permitirá mejorar las condiciones sanitarias de la zona disminuyendo la tasa de mortalidad, así como reducir el tiempo que las mujeres y niños dedican a la búsqueda diaria de agua, lo que impide que puedan asistir a la escuela.