Tras casi 80 años de avances tecnológicos, este envase se ha mantenido como líder para el consumo individual de bebidas en el hogar en los países desarrollados. También se ha posicionado como el más reciclado en todos los países donde hay estadísticas de reciclado. En el caso de nuestro país, la correcta práctica de los ciudadanos a la hora de reciclar, ha llevado a alcanzar esta exitosa cuota de reciclado.
Debido a la eficacia de los procedimientos actuales, el reciclado de las latas de bebidas también es el de menor coste para el ciudadano; de hecho, el reciclado mediante el sistema SDDR costaría treinta veces más que lo que cuesta ahora para obtener sensiblemente los mismos resultados, lo que demuestra la inutilidad de aquel sistema.
La producción de latas de bebidas ha reducido significativamente el consumo de materias primas y energía y con ello su impacto sobre el medio ambiente y la producción de residuos. Como ejemplo, su peso medio ponderado se ha reducido el 40% en España desde que se inició la producción en 1981.
En España el 75% de los productos de acero y cerca del 50% de los productos de aluminio que se fabrican, utilizan productos usados como materia prima.
El ahorro energético producido al reciclar un producto metálico se conserva en el metal, y no hay diferencia de propiedades entre el metal obtenido del mineral y el metal reciclado; tampoco hay un límite en la cantidad de material reciclado que se puede utilizar en un producto (el 100% puede ser reciclado) y por tanto no se puede distinguir qué proporción de metal reciclado contiene. Eso asegura que todas las latas de bebidas recuperadas por cualquier procedimiento serán recicladas al 100%.