18/07/2013 11:10:06

Los usuarios de BlaBlaCar consiguen una ocupación media de 2,8 personas por coche

Los responsables de la red social que promueve el uso compartido del coche calculan que se ha evitado la emisión de 700.000 toneladas de CO2

Hace nueve años, Frédéric Mazzela no logró encontrar plazas de tren o de autobús para volver a su casa por Navidad. El que pronto se convertiría en el CEO y fundador de Blablacar se dio cuenta también de que las carreteras estaban colapsadas, pero la mayoría de los coches iban con una única persona. De ahí nació la idea de BlaBlaCar, según explica el country manager de la compañía para España y Portugal, Vincent Rosso.

"Como todas las grandes ideas, BlaBlaCar surgió de una necesidad", subraya Rosso (en la imagen). A día de hoy, según informan desde la compañía, BlaBlaCar cuenta con más de tres millones de usuarios en Europa. Todos ellos conforman una red social que conecta a conductores y viajeros para compartir coche y repartir los gastos de gasolina y peajes.

La idea en la que se basa el proyecto BlaBlaCar se inscribe en el concepto de consumo colaborativo. El country manager de la compañía para España y Portugal explica que esta expresión fue utilizada por primera vez por Ray Algar en el artículo del mismo título publicado en el boletín Leisure Report, en abril de 2007. Posteriormente, comenta Rosso, el concepto de consumo colaborativo comenzó a popularizarse en 2010 con la publicación del libro "What's mine is yours: The rise of collaborative consumption". En España, el fenómeno empezó a darse a conocer entre 2012 y 2013, especialmente en el mundo del turismo.

A grandes rasgos, el consumo colaborativo "permite cambiar la forma en la que se crean y distribuyen los bienes, servicios y conocimientos mediante el intercambio peer-to-peer", en palabras de Vincent Rosso. Los ingredientes para que este tipo de economía colaborativa pueda tener lugar son, según Rosso, personas que buscan aprovechar los recursos que no usan y personas dispuestas a pagar menos por utilizar algo sin tenerlo en propiedad. Además, en el fenómeno del consumo colaborativo, la tecnología 2.0 juega un papel muy relevante, ya que facilita el contacto entre ambos grupos de personas.

Tras nueve años de andadura, BlaBlaCar ha logrado que los vehículos en los que viajan los usuarios de la red social tengan una ocupación media de 2,8 personas por coche, frente al promedio europeo de 1,7. Se observa, pues, que la red permite un ahorro considerable en combustible y en dinero. De hecho, según una encuesta realizada a 600 usuarios de BlaBlaCar, el principal motivo por el que los viajeros utilizan el servicio es el ahorro económico. Un 85% de los encuestados aseguran que esta es una de las razones por las que usan la red. Ahora bien, un 50% también valora la posibilidad de conocer gente, y un 40% el cuidado del medio ambiente.

Desde BlaBlaCar, estiman que en el conjunto de Europa se ahorran, gracias al uso de esta red, unos 255 millones de euros al año y unas 700.000 toneladas de CO2 entre enero de 2009 y mayo de 2013. El cálculo del ahorro de emisiones se realiza, según explica Vincent Rosso, con "la diferencia entre las emisiones producidas por los viajes realizados en coche compartido y la cantidad emitida si las personas que han compartido coche hubieran utilizado su propio vehículo viajando solos".

BlaBlacar tiene actualmente presencia en diez países europeos. Además de España, se encuentra en Francia, Italia, el Reino Unido, Polonia, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Portugal y Alemania. Los usuarios pueden acceder gratuitamente a los servicios que ofrece el portal, que recibe más de cinco millones de visitas mensuales. De las 2,8 millones de opiniones publicadas al año, el 96% son positivas, según informan desde la compañía.

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