La autora del análisis, Emanuele Cereda, de la Fundación IRCCS del Hospital Universitario San Matteo (Italia), ha explicado que "se ha visto un vínculo entre la agricultura o el país en el que viven los participantes y el desarrollo de párkinson en algunos de los estudios."
Los investigadores revisaron 104 análisis que examinaban la exposición a productos exterminadores de malas hierbas, hongos, roedores o insectos y disolventes y el riesgo de desarrollar párkinson, según explican desde ABC. Se incluyeron, además, otros análisis que evaluaron la proximidad de la exposición a estos productos, determinada por factores como el país de residencia o el empleo.
Según las conclusiones del análisis dirigido por Cereda, la exposición a productos pesticidas incrementa el riesgo de desarrollar párkinson entre un 33% y un 80%. El estudio no entra en analizar qué diferencias existen según el tipo de exposición (inhalación o absorción por la piel, por ejemplo), pero apunta que sí existe una correlación entre el riesgo de sufrir la enfermedad y el tiempo de exposición a estos productos químicos.