El informe, presentado a bordo del barco Arctic Sunrise, que se encuentra en Barcelona, demuestra que la sostenibilidad ambiental, la económica y la social están fuertemente interconectadas y evolucionan de forma paralela, lo que ha provocado que la nefasta política pesquera europea, cuyo modelo aún defiende el Gobierno español, se haya traducido en la pérdida de miles de empleos en el sector (52.000 empleos netos desde 1992) y en el agotamiento de los caladeros.
La Política Pesquera Común, que actualmente se encuentra en proceso de revisión en Bruselas, ha potenciado durante años a los grandes buques industriales con una gran capacidad de captura y de destrucción, en perjuicio de la flota artesanal, mucho más respetuosa con el medio ambiente y que ofrece empleos más estables e inclusivos.
Por este motivo Greenpeace exige a los políticos europeos en general y a los españoles en particular que apuesten por una política pesquera que tenga a los pescadores en su epicentro, lo que no solo repercutiría positivamente en el empleo, sino también en la salud de los océanos.
"Los resultados demuestran que la actual política pesquera ha puesto en una grave situación de vulnerabilidad a numerosas comunidades locales", ha declarado Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace. "El Gobierno español no valora la importancia económica y social además de medioambiental de la pesca sostenible en un momento en el que los océanos no pueden soportar el ritmo actual de pesca".
Los resultados más importantes del estudio son:
- En los últimos 20 años, la pesca española ha destruido 52.000 empleos netos, por lo que el empleo en el sector ha disminuido un 60% con respecto al año 1992 (1).
- El estado de explotación de los stocks pesqueros afecta directamente a las personas que viven de ellos. En el año 1966 se alcanza el nivel máximo de capturas, 1.455.000 toneladas, una cifra que comienza a descender hasta que en el año 2010 se sitúa por debajo del millón de toneladas. La evolución del empleo es muy similar, y disminuye al igual que las capturas.
- La capacidad pesquera de las embarcaciones de menor tamaño que se dedican a la pesca artesanal se ha reducido un 34% con respecto a 1995, mientras que la capacidad de la flota industrial de mayor tamaño ha aumentado un 70%.
- La pesca artesanal tiene gran importancia en el ámbito rural, ya que el 82,7% de los trabajadores de este sector y sus familias (en torno a 22.000 personas) residen en municipios pequeños.
- Más del 94% de las mujeres que trabajan en la pesca extractiva lo hacen en el sector artesanal, así como el 74% de los jóvenes y el 63% de los mayores de 55 años.
- En los últimos cinco años, el ritmo de destrucción de empleo en la pesca no artesanal española duplica al de la artesanal (-21,3% y -12,5% respectivamente).
- El empleo en la pesca artesanal es más estable. El 74,1% de los trabajadores de la pesca no artesanal tiene una vinculación laboral estable con el sector. En la pesca artesanal este porcentaje se eleva hasta el 81,8% (Debido al alto peso del empleo por cuenta propia).
"Es evidente que la pesca artesanal sostenible no solo es más sostenible en términos ambientales sino también sociales", ha declarado Celia Ojeda responsable de océanos de Greenpeace, "Greenpeace demanda al ministro Arias Cañete que apueste en Europa por un reforma radical de las pesquerías y dejar de defender un modelo insostenible. Arias Cañete debe defender la pesca sostenible porque es el futuro", ha concluido Ojeda.